La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las

La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las
En 1953, Howard R. Bowen definió a la Responsabilidad Social del Empresario como “…las obligaciones de los empresarios para seguir políticas, tomar decisiones o adoptar líneas de acción deseables en términos de los objetivos y valores de la sociedad”. ETICA Y SUSTENTABILIDAD: VALORES BASICOS PARA LAS EMPRESAS

31 de julio de 2013

¿Cuándo confiaremos plenamente en las relaciones comerciales?

Aún sin quererlo, la responsabilidad social se encuentra presente en forma tácita en todas las actividades comerciales o de negocios que se realizan cotidianamente sin importar el tamaño o giro de la empresa, y se hace más evidente todavía en las transacciones que se hacen entre un potencial cliente con una empresa.

De manera específica me refiero a la actitud que tiene cualquier persona cuando se acerca a una empresa para comprarle un producto y más cuando se trata de solicitar un servicio. Inicialmente se tiene una desconfianza ante el temor de ser engañado o defraudado, desconfianza mayor cuando es la primera vez que se acude a dicha empresa, pero que tienen el producto o servicio que se necesita; aquí la pregunta es: ¿Por qué esa desconfianza inicial? Es válido ser relativamente desconfiado una primera vez, pero por qué tanta.

La desconfianza en un grado superlativo impera y permea en prácticamente las operaciones comerciales, y eso posiblemente se debe a una escasez de responsabilidad social por parte de un gran número de empresas; y es por ello que la mayor parte de las veces se piden referencias de determinado establecimiento, para acercarse a él con la confianza de no ser engañados o timados.

Es lamentable decirlo, y quisiera estar equivocado pero creo que existe una severa escasez de responsabilidad social por parte de las empresas; escasez que se evidencia ante la gran desconfianza imperante; esto lo podemos notar en la actitud que se tiene ante la publicidad y mercadotecnia utilizada, no se cree en ella fácilmente. De alguna manera los anunciantes piden credibilidad sobre lo que están diciendo, y no solamente el decir que productos y precios tienen.

Esta forma de anunciarse se ha hecho tan común, que ya no se cuestiona o analiza, por lo que nos hemos acostumbrado a ella, en solamente verla pero no creerla fácilmente, y en lo posible buscar testimonios o referencias para entonces empezar a confiar en lo que se anuncia o publicita.

Tal vez por eso se dice a manera de refrán que la mejor publicidad es la que se “hace de boca en boca”; y es que la responsabilidad social es un valor humano, que como tal es intangible, pero que se manifiesta en el hacer y decir tanto de las empresas como de las personas.

Qué agradable sería que ante un anuncio de una empresa, ya sea en un medio de comunicación o en la marquesina del establecimiento, confiáramos plenamente en lo que dicen; en otras palabras, que de alguna manera están expresando y manifestando su responsabilidad social, que realmente tienen el producto o servicio requerido, y además a un valor o precio acorde a sus características reales, y no se trata de un robo disfrazado.

Lo anteriormente dicho no es tan utópico, y puede convertirse en una realidad plena cuando la confianza y la ética adquieran ocupen la posición y dimensión que les corresponde en las relaciones comerciales y de negocios, y esto implica entonces poner en práctica la responsabilidad social. Y esto no se logrará por medio de alguna ley o reglamento del gobierno, se alcanzará cuando toda la sociedad se comprometa a ser socialmente responsable.

Seguiremos platicando …

Blog: http://atamayon.blogspot.com

16 de julio de 2013

Las relaciones laborales y la Responsabilidad Social

Dentro de los temas que se manejan en el ámbito de la Responsabilidad Social, existe uno que muy poco he podido encontrar, al menos en forma explícita, y me refiero al de las relaciones laborales; y que considero sin exagerar es de vital importancia.

Al menos en México, y creo que en otras partes de Latinoamérica, el término se aplica únicamente a la relación entre sindicato y empresa, como si fuera algo exclusivo sin embargo, es posible considerar que el término es mucha más amplio en su aplicación.

La relación laboral como se maneja o considera en el aspecto legislativo se aplica, aunque suene redundante, en la relación de trabajo de un empleado o trabajador con la empresa (o patrón o empleador como lo refieren algunas legislaciones en la materia); una relación que se ha manejado prácticamente en el ámbito económico, considerando a los actores participantes como entes exclusivamente económicos.

Además, hablando del mencionado patrón o empleador como una entidad etérea, y del empleado como alguien subordinado a las obligaciones adquiridas al emplearse; y si bien esta relación en su vigencia se encuadra en un ámbito laboral o de trabajo, se va convirtiendo paulatinamente de alguna manera en una relación social.

Y digo una relación social porque finalmente se trata de una relación entre dos personas: empleado y empleador, o más concretamente entre alguien que es llamado jefe o supervisor, y el empleado, operador, trabajador; o como le llaman en unas empresas, el asociado; pero al margen del nombre como se les conozca, es una relación entre dos personas; una relación social aplicada en una relación de trabajo; y esa multimencionada relación social es clave para que se pueda gestionar y operar una fructífera relación laboral.

En base a lo antes señalado, es justamente en esa relación entre estas dos personas, donde se aplica plenamente la responsabilidad social; dicho esto en forma de pregunta sería. ¿Qué tan responsable socialmente es el jefe con el personal a su cargo? ¿Lo considera como ser humano en toda su dimensión, ya sea como trabajador o como jefe de familia entre otros aspectos?

Es en esa relación cotidiana y de todo el día todos los días de la semana, donde se despliega en su máxima expresión la responsabilidad social; poco se reconoce o menciona en forma explícita que en cualquier centro de trabajo, ya sea en una oficina, en un taller, o en complejo industrial, quienes conviven son seres humanos, por lo tanto es un centro social con todo lo que con esto conlleva;

El trabajo no es ajeno al hombre, sino que es parte de su ser mismo, y por lo tanto es parte de su sociabilidad, por lo tanto otra pregunta sería: ¿Qué tan responsable somos de dicha sociabilidad mencionada?

El hecho de que no se mencione, esa sociabilidad existe y es fundamental en las relaciones laborales; por lo tanto la responsabilidad social es consustancial a ella, y me atrevo a decir que existen empresas de todos los tamaños y giros que sin saberlo, ponen en práctica una responsabilidad social entre todo la comunidad de la empresa, la cual es percibida en el ambiente de trabajo y se convierte en una cultura laboral que permea en el hacer diario de la organización.

Me atrevería a decir que todos en alguna forma hemos percibido ese ambiente positivo de trabajo, y mucho se debe a esa responsabilidad existente aunque sea de forma tácita pero efectiva. Por lo tanto es más que una relación laboral, es una relación social de producción, es decir, personas que laboran juntas para el desarrollo de algún bien o servicio.

Seguiremos platicando …