La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las

La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las
En 1953, Howard R. Bowen definió a la Responsabilidad Social del Empresario como “…las obligaciones de los empresarios para seguir políticas, tomar decisiones o adoptar líneas de acción deseables en términos de los objetivos y valores de la sociedad”. ETICA Y SUSTENTABILIDAD: VALORES BASICOS PARA LAS EMPRESAS

28 de julio de 2011

La Sustentabilidad total ¿Una Utopía?

Si bien es muy positivo que a nivel global empresas, universidades y gobiernos estén desarrollando investigaciones y productos en términos de sustentabilidad, la realidad sin embargo señala que todavía falta mucho por hacer en aras de lograr una sociedad sustentable a escala mundial.

Y es que este objetivo de lograr una sociedad sustentable que puede parecer una utopía, implica modificar una estructura productiva e inclusive social que se remonta a varias centurias en el pasado, y que ahora estemos pagando la factura de modos de vida y de producción que se han asentado y reforzado en los pasados siglos.

Tal vez los filósofos de la Grecia del siglo V antes de Cristo en su inmensa sabiduría y reflexión, se percataron de lo finito que es el planeta a pesar de ser tan grande y rico en recursos, pero esa mentalidad se perdió y se olvidó en épocas posteriores.

Basta recordar la mentalidad existente previa al descubrimiento de América en 1492, cuando se tenían como paradigmas que el planeta era plano, y lo más importante en cuanto al tema de la sustentabilidad, la idea de que el ser humano era el rey de la creación, y que Dios había puesto todos los recursos en el mundo para que fueran a su servicio, y por lo tanto podría disponer de todos ellos de manera indiscriminada, pensando entonces que estos sería infinitos.

Por consiguiente, el planeta y el universo en general fueron obras de dios creadas para que el ser humano las disfrutara e hiciera con ellas lo que le plazca. Siendo en resumen este el gran paradigma que ha imperado prácticamente en el pasado milenio, principalmente en los grandes imperios que han dominado política, económica y comercialmente en el mundo.

Muy posiblemente en el pasado y aún en el presente existan comunidades de aborígenes en zonas muy aisladas de Asía, Australia, Africa y de Latinoamérica, que hayan tenido y tengan todavía una más clara conciencia ecológica, pero como no han sido las culturas dominantes, todo su saber y sobre todo esa conciencia se encuentra rezagada y devaluada por una mentalidad dominante de consumo y desecho considerada como superior y sinónimo de progreso.

Aclarando, no se trata de volver a vivir en cavernas o chozas, sino de precisamente aprovechar toda la ciencia y tecnologías desarrolladas para aprovechar de mejor manera todos los recursos naturales, y tener una clara conciencia de que ellos son limitados.

Así por ejemplo de que sirvió que un Alfred Nobel inventara la dinamita con un propósito determinado, si dicho invento ha sido utilizado para otras cosas, o un Einstein descubriera los secretos de la energía nuclear, si ellos han servido para crear bombas.

Dentro del terreno de las utopías, sería interesante mandar en una nave espacial a los dirigentes políticos mundiales, así como a los principales directivos de las empresas globales, y que vieran como lo han dicho muchos astronautas, la belleza del planeta, y al mismo tiempo su pequeñez en el vasto universo en que nos encontramos.

En suma, las generaciones actuales tenemos que erradicar la falsa idea de que los recursos son inagotables y desechables, y al mismo tiempo educarnos y educar a los jóvenes y niños con una mentalidad sustentable, ese es el gran reto de nuestro tiempo.

Seguiremos platicando …

22 de julio de 2011

Etica y más ética …

En una colaboración previa se mencionó una frase poco conocida de Adam Smith, la cual dice que es necesario “civilizar la civilización humana”, lo cual tendrá como consecuencia que se ponga en marcha la muy mencionada “mano invisible”. Y la pregunta es: ¿Qué hacemos como sociedad para civilizar y civilizarnos?

Más allá del ámbito estrictamente económico, de alguna manera se pone en marcha esa mano invisible a través de distintas leyes o instituciones, desde aspectos que pueden sonar muy sencillos como las reglas de tránsito; que sin haber un policía en cada esquina respetamos las reglas del semáforo; o bien puede ser nuestro comportamiento en un lugar público en donde si bien no hay reglas formales emitidas por alguna autoridad, tenemos una conducta adecuada que nos fue enseñada en casa o en la escuela, reglas o normas no escritas de “convivencia social”.

Estas normas no escritas y que ponemos en práctica, son de nueva cuenta esta “mano invisible” en acción. Pero: ¿Qué hace que funcione esta mano? La respuesta creo es la educación en cuanto a la convivencia social, y esa viene a ser la Etica, así con mayúsculas.

Una ética tanto en lo formal o institucional, como en la cotidianeidad; en el reconocimiento de nuestra vida en sociedad en el más amplio sentido del término. Me explico.

Tanto en México como en muchos países, desde la niñez en la escuela se dan clases de civismo, el cual se restringe o limita a conocer la Constitución política de un país, y se habla de derechos y obligaciones, lo cual está bien pero no considero sea suficiente. El que se aprendan de memoria dichos derechos y obligaciones no nos convierte en automático en buenos ciudadanos.

Por lo tanto se requiere explicar y hacerle comprender al alumno lo que significan esos derechos y obligaciones, que implican una responsabilidad social no para nuestra relación con gobierno, sino en relación a una mejor convivencia entre todos los miembros de la sociedad, tanto en la escuela, la calle, o en el hogar mismo.

Adicionalmente se requiere en el seno mismo de la familia poner en práctica la ética, el respeto y el reconocimiento de los demás, y que como personas todos debemos respetarnos, y tener conciencia de nuestra responsabilidad social, es decir, estar conscientes que tanto lo que se habla como lo que se hace, tiene una repercusión en el ámbito social en el que actuamos.

La enseñanza, aplicación y puesta en práctica de los valores de convivencia social y que no están escritos en ningún código, son posiblemente las bases para “civilizar a la civilización humana”, como lo dijera Adam Smith.

Por lo anterior, la Responsabilidad Social Empresarial debería ser una consecuencia de una profunda enseñanza de la ética o de los valores antes mencionados.

Hay que recordar, aunque suene obvio, que las empresas están conformadas y dirigidas por seres humanos, no son entidades autónomas gobernadas por alguna entelequia que busca su alimento solamente en las utilidades, siendo su fin último la maximización de estas.

Por lo tanto la Responsabilidad Social Empresarial, gubernamental y en cualquier otra organización humana, se podrá expandir y aplicar mejor, en la medida que sus miembros sean educados desde niños en la importancia de una mejor convivencia social, de tener conciencia de su actuación ética en el mayor de los sentidos.


Seguiremos platicando ….

13 de julio de 2011

Capitalismo y Etica

Recientemente escuché lo que para mí fue una nueva definición de Responsabilidad Social; la cual se dijo que es la pretensión de unir el capitalismo con la ética. Inmediatamente después oírla recordé al ya célebre Adam Smith.

Y lo recordé porque desde mi época de estudiante universitario, se me dijo que este personaje es conocido como el padre de la economía y del liberalismo económico (“padre del capitalismo”), sin embargo poco se dice que él no era empresario ni nada por el estilo, y que era de profesor de ética de profesión, y por lo tanto dado a la filosofía en el más elevado sentido del término.

Luego entonces, si el padre del capitalismo era profesor de ética; ¿Es posible inferir que él hablaba ya de alguna manera de la responsabilidad social; Aunque no lo hiciera en los términos actuales?

Sin ser experto en filosofía ni en ética o áreas relacionadas, a raíz de la crisis económica-financiera que iniciara hace unos años y todavía no termina, y que se habla mucho por lo tanto de la crisis del capitalismo, han aparecido voces señalando que esta crisis surgió precisamente porque no se han seguido los lineamientos del profesor Smith.

El ejemplo típico es la ya célebre “mano invisible”, concepto llevado a la metafísica y a la religiosidad extrema, algo que está fuera del alcance del ser humano; sin embargo, el concepto no es un principio sino una consecuencia de la acción propia del ser humano; es decir, palabras más palabras menos; Adam Smith decía que es preciso introducir dispositivos institucionales en favor del diseño de un mercado, que utilice los recursos y la fuerza de trabajo en forma apropiada; y en la medida que esto mejor se realice, “se propiciará la acción de una mano invisible”, que coadyuve de forma efectiva a “civilizar la civilización humana”.

En otras palabras, esta multimencionada “mano invisible”, no es una precondición de origen etéreo, religioso o algo similar que posibilite el funcionamiento óptimo de los mercados; sino más bien es una consecuencia de una organización adecuada de las instituciones, lo cual permitirá por lo tanto, que funcionen de forma ordenada y justa los mercados.

Su magna obra “La Riqueza de las Naciones”, surgió precisamente por la idea de terminar con el Estado tardofeudal, organizado institucionalmente que impedía el desarrollo de la libertad individual (de ahí el liberalismo), y buscaba entonces transformar ese Estado creando instituciones que propiciaran el desarrollo individual, pero bajo conceptos éticos.

Estaba en contra del mercantilismo, modelo que todavía impera en forma importante.

Estas dos ideas previamente señaladas (Estado tardofeudal y mercantilismo), creo que todavía funcionan con otros nombres en el mundo actual, y que son posiblemente en mucho, las causantes de la gran crisis financiero-económica de los últimos años.

En síntesis, considero que una de las ideas fundamentales de Smith era precisamente la vida social, siendo la economía parte de ella, y posiblemente en términos actuales la creación de una conciencia de Responsabilidad Social, ya que como se mencionó antes, su intención era crear los mecanismos para “civilizar a la sociedad humana”.

Seguiremos platicando ….