La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las

La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las
En 1953, Howard R. Bowen definió a la Responsabilidad Social del Empresario como “…las obligaciones de los empresarios para seguir políticas, tomar decisiones o adoptar líneas de acción deseables en términos de los objetivos y valores de la sociedad”. ETICA Y SUSTENTABILIDAD: VALORES BASICOS PARA LAS EMPRESAS

26 de febrero de 2013

Es necesaria una sociedad que sea socialmente responsable

Un aspecto que podría ser considerado como clave en lo que respecta a la responsabilidad social, antes de ponerle el “apellido” de empresarial, es el significado del concepto en sí mismo; y para ello creo que vale la pena considerar lo que implican las dos palabras que lo integran en el ámbito estrictamente humano.

Antes que las empresas, el ser humano en la comunidad donde vive tiene sin quererlo una responsabilidad social aunque sea mínima, y digo sin quererlo porque si no la práctica no podría vivir en ella; sería un total desadaptado. Esa manera de convivencia que se le pide a todos los miembros de una comunidad, y que se enseña desde niños en aspectos como por ejemplo su relación con sus semejantes, lleva implícita esa responsabilidad social.

Conforme se va creciendo en edad, se adquieren valores cívicos, de respetar las reglas por ejemplo, pero de respetarlas no por el temor al castigo, sino más bien por la ventaja que tiene para todos el que se respeten esas reglas cívicas, y las que se les denomina también reglas de urbanidad, sirven también para una mejor harmonía entre todos los integrantes de la sociedad.

Todo esto que acabo de mencionar y que se considera como parte de la educación de cualquier persona, es la base o la raíz de la responsabilidad social; y tiene que ser desarrollada y fomentada entre todos los miembros de una sociedad. Y en la medida en que está sea puesta en práctica en una comunidad, en las actividades de convivencia, puede entonces ser llevada a las empresas.

Aunque suene obvio dichas empresas son creación del ser humano, y por lo tanto responden a las características que les dan sus creadores, pero una empresa por sí sola no tiene la capacidad para actuar responsablemente, a menos que sus administradores actúen en esa forma, y estos últimos lo harán cuando tengan la educación y la cultura que les hable de las ventajas sociales y económicas que tiene la responsabilidad social.

Por lo anterior, si queremos empresas socialmente responsables, tenemos antes que realizar una inmensa campaña en donde se le diga a la población la importancia que tiene para cada uno de sus habitantes una actitud y un comportamiento socialmente responsable.

Lo anterior puede ser difícil pero no imposible. Al respecto, hace poco me enteré que en el futbol americano profesional de Estados Unidos establecieron unas normas más rígidas para evitar o al menos controlar la llamada rudeza innecesaria, en un deporte que es rudo por naturaleza, y esto fue por las heridas y lesiones graves para toda su vida de varios exjugadores; esto como era de esperarse no les gusto a ciertos jugadores.

Y me imagino que nos les gustó porque tienen inculcado el valor de la rudeza como algo máximo; es decir, no practican un deporte en equipo para ganar un juego, sino que van al golpe sin más.

Esta analogía tal vez pueda ser aplicada a la sociedad en general, valoremos y enaltezcamos la responsabilidad social para que los niños y los jóvenes y la sociedad en general, vean y lo positivo que tiene para todos; y entonces así, podamos empezar a ver a la empresa como un modelo socioproductivo que genera bienes y servicios que requiere la sociedad.

Una sociedad con una elevada socialmente responsable pedirá y seguramente exigirá empresas socialmente responsables. Recordemos, primero se formó la sociedad y después la empresa, y esta última no puede dar lo que no tiene si sus integrantes no participan de dicha responsabilidad.

Seguiremos platicando ….

7 de febrero de 2013

Una nueva empresa

La difícil situación económica que está viviendo el mundo en general, condición que comenzara en el 2008, ha servido para que en estos pasados tres años se cuestionen de manera profunda los paradigmas que han sostenido el ámbito económico.

Y de manera específica, la empresa, es uno de esos aspectos que más se han cuestionado, en el sentido de definir su propósito y razón de ser; se ha dicho mucho y con razón, que una de las causas claves de la crisis fue la avaricia y el desmedido afán de incrementar la riqueza, utilizando a la mencionada empresa como el medio para alcanzarlo.

En otras palabras, puede decirse tal vez que la empresa como entidad productiva, se ha venido prostituyéndose llegando a su clímax precisamente en el 2008, cuando todo el modelo construido en los pasados 20 años comenzó a derrumbarse.

Y si bien el costo social hasta ahora ha sido muy alto, medido tanto en el desempleo como en las rígidas medidas de austeridad implantadas principalmente en los países europeos, una lección clave que se puede obtener de todo lo sucedido, es crear una nueva empresa, una nueva empresa que no tenga como único y final propósito el obtener utilidades.

Para la creación y desarrollo de esta nueva empresa se requiere una nueva generación de personas, de nuevos empresarios que no tengan como su línea principal de acción la avaricia. Emprendedores que vean a la empresa como el medio para producir los bienes y servicios que demanda la sociedad; que piense en utilizar el dinero como un recurso para la obtención de esos productos que requiere la población.

A través de los años se ha visto que el único instrumento creado por el ser humano para incrementar su bien estar es la empresa; y bien estar que no se constriñe a lo económico, sino que abarca también lo social en muchas de sus dimensiones.

Y para tener una empresa de dichas características la sociedad en general por medio de su gobierno, debe generar los lineamientos para fomentar una cultura que propicie el desarrollo de este tipo de empresas; esto no es una utopía, los países escandinavos como son Dinamarca y Suecia, son un claro ejemplo de que esto es posible y totalmente realizable.

Países que tienen claramente entendida su responsabilidad social y la ponen en práctica instrumentándola en diversas formas, y no solamente en declaraciones bonitas y atractivas pero no puestas en práctica.

Que entienden la responsabilidad social como algo inherente al ser humano en su vida en comunidad, y que dicha vida en comunidad se materializa en la empresa, instrumento que sirve para generar los recursos monetarios necesarios para toda la población.

Es necesario decirlo nuevamente aunque suene obvio, que es la empresa quien genera la riqueza que sirve para la mejora de la sociedad; que ningún gobierno por su propia naturaleza tiene esa capacidad para obtener los recursos para elevar la calidad de vida de los habitantes.

Por lo tanto, la lección de esta crisis es la creación de empresas que sean éticas, transparentes, y que generarán los empleos que se necesitan. Empresas que tengan como su premisa principal su responsabilidad social y que están al servicio de todos sus grupos de interés.

Este debe ser el paradigma de este nuevo siglo; de lo contrario se seguirán cometiendo los mismos errores que han ocasionado las crisis económicas.

Seguiremos platicando …

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