La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las

La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las
En 1953, Howard R. Bowen definió a la Responsabilidad Social del Empresario como “…las obligaciones de los empresarios para seguir políticas, tomar decisiones o adoptar líneas de acción deseables en términos de los objetivos y valores de la sociedad”. ETICA Y SUSTENTABILIDAD: VALORES BASICOS PARA LAS EMPRESAS

9 de marzo de 2008

La Ciudadanía Corporativa

De forma práctica, puede decirse que las empresas son organizaciones creadas por hombres y mujeres, con el objetivo primordial de generar lucro a partir de la comercialización de determinado producto o servicio.

Pero esta forma de organización social que ha todas luces ha sido positiva en términos económicos, desde prácticamente unas décadas atrás en forma creciente se le viene pidiendo que asuma la responsabilidad de los impactos que genera la actividad productiva a la que se dedica.

De esta responsabilidad social de las empresas, surge el concepto de Ciudadanía Corporativa (CC), el cual en términos sencillos busca el que las empresas tengan en cuenta no sólo las consecuencias económicas y financieras de sus actividades sino también los aspectos sociales, ambientales, de desarrollo y de género.

En otras palabras, la Ciudadanía Corporativa es la forma como se concreta o se lleva a la práctica la Responsabilidad Social Empresarial; teniendo como principio básico el que la empresa no es una entidad aislada, sino que es parte de la misma sociedad en donde se encuentra, y que requiere ser un “buen ciudadano” en cuanto a la trascendencia de todos sus actos, ya sea en la parte social, productiva y ecológica.

Abundando en la definición del término, el World Economic Forum la describe como la contribución que hace una compañía a la sociedad, a través de sus actividades esenciales como empresa, su inversión social y programas filantrópicos, así como su trabajo con las políticas públicas.” O bien, “La manera en que una compañía coordina sus relaciones económicas, sociales y ambientales, y cómo se compromete con sus colaboradores (accionistas, empleados, clientes, socios de negocio, gobiernos y comunidades), teniendo un impacto en su éxito a largo plazo”.

Adicionalmente, el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) la define “…como un conjunto integral de políticas, prácticas y programas que se reflejan a lo largo de las operaciones empresariales y de los procesos de toma de decisión, y el cual debe ser apoyado e incentivado por los mandos altos de la empresa. Una empresa con responsabilidad social fundamenta su actuación social con compromisos de actuación tanto en una dimensión interna como externa, dándole transparencia y certidumbre a su actuación y a sus relaciones”.

La Ciudadanía Corporativa tomó un mayor auge recientemente, a raíz de los escándalos de fraudes de principios del milenio protagonizados por empresas como Enron y WorldCom, cuestionando la responsabilidad que tienen las empresas con la sociedad, y con el sistema económico general a nivel internacional.

Dichos casos sacaron a la luz otros muchos que si bien fueron de menor cuantía en el aspecto económico, mostraron igualmente todos las “irregularidades” que existen en la forma como se han venido manejado algunas empresas.

Con todo lo anterior, implica que el concepto rebasa la parte económica, según señala el Banco Mundial, cuando dice que la Ciudadanía Corporativa se basa en el reconocimiento de que las empresas tienen derechos y responsabilidades, que van más allá de la maximización de las ganancias en el corto plazo.

En otras palabras, la Empresa Socialmente Responsable es un Ciudadano Corporativo que trasciende sus obligaciones legales, fundamenta su gestión en políticas y programas que inciden positivamente en la gente, el entorno y las comunidades en que opera. Lo cual implica involucrarse con la sociedad en todos los sentidos.


Valor estratégico
Es importante mencionar que no se trata de actividades filantrópicas (sin menospreciar su propio valor), sino de tipo estratégico, es decir, buscar el realizar actividades para obtener beneficios tangibles para la empresa, aprovechando sus capacidades centrales en provecho propio y de la sociedad; considerando que dichos beneficios para la empresa son a mediano y largo plazo,

Diversos estudios a escala internacional, muestran que en la medida en que se incorporan prácticas de Ciudadanía Corporativa se ha logrado ya sea la mejora del desempeño financiero; reducción de costos operativos, y/o se mejora la imagen de marca y reputación de la propia empresa.

Lo anterior implica el incluir estas prácticas como parte de las actividades básicas de la empresa, incorporarlas dentro de su propio giro, en las áreas y actividades que se hacen normal o rutinariamente, y que no sean situaciones aisladas o excepcionales que no tengan repercusión en la forma de operar.

La Ciudadanía Corporativa está viviendo actualmente un fenómeno similar al que vivió la filosofía de calidad en México en la década los ochenta, cuando esta última se consideraba una moda y que como tal pronto pasaría, sin embargo la historia reciente nos muestra que la calidad es ahora un elemento vital en la estrategia de cualquier organización, por ser un aspecto esencial que es requerido por el mercado.

De la misma manera, ahora tanto el mercado como la sociedad en general, ya están empezando a exigir a las empresas un comportamiento más ético y responsable tanto en su forma de operar interna, como con la relación con sus proveedores, empleados, clientes y sociedad en general.