La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las

La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las
En 1953, Howard R. Bowen definió a la Responsabilidad Social del Empresario como “…las obligaciones de los empresarios para seguir políticas, tomar decisiones o adoptar líneas de acción deseables en términos de los objetivos y valores de la sociedad”. ETICA Y SUSTENTABILIDAD: VALORES BASICOS PARA LAS EMPRESAS

23 de marzo de 2011

La importancia del agua protagoniza la agenda sostenible del siglo XXI

A propósito que el pasado 22 de marzo se celebró el “Día mundial del Agua”, es necesario por enésima vez el insistir en la importancia en el cuidado de este vital líquido que es prioritario para la sobrevivencia de una gran parte de la vida en este planeta.

Creo que vale la pena considerar que hasta hace apenas unas cuantas décadas, había realmente poca conciencia sobre su cuidado y atención, y no quiero decir que con esto actualmente ya haya una plena conciencia, pero sí al menos ya existe un día para “recordarnos la importancia del agua”.

Además diversas instancias tanto a nivel nacional como internacional, están definiendo normas y estándares para calificar el uso y el manejo del agua dentro de las empresas, y con ello otorgar certificados a manera de la Normas ISO, y con ello forzar u obligar de alguna manera el que se cuide y administre mejor dentro de los procesos productivos.

Hace ya un buen número de años alguien me dijo que la tercera guerra mundial sería por el agua, y si bien en su momento no le di importancia, lo recordé al leer las conclusiones del VI World Water Forum celebrado en Marsella, las cuales señalan que el agua multiplicará su “papel” como fuente de conflictos en el futuro escenario global. Y en el mismo evento Ben Braga, vicepresidente del Consejo Mundial del Agua, mencionó que “los ríos y lagos de agua dulce compartidos por dos o más países serán las zonas más amenazadas. Así lo que parecía como una historia futurista de ficción, ya puede ser una realidad muy probable.

Estas nuevas normas y parámetros antes mencionados si bien son positivos, creo que puede serlo mucho más si esta administración y cuidado comienza a título personal en la casa y vida de cada uno de los seres humanos; y principalmente dentro de aquellas ciudades o países que tienen muy fácil acceso a ella, como el solamente abrir la llave en la cocina o el baño.

El despilfarro del agua es más notorio dentro de los países del mundo desarrollado, en donde se ha acostumbrado a considerar que el agua de calidad es prácticamente gratis. Nada más lejos de la realidad, tanto más cuanto que el evidente y parece que inexorable cambio climático, puede convertir en zonas desérticas a regiones que en un pasado no muy lejano fueron vergeles.

Y en México y otros tantos países el costo del agua se ha manejado a costos bajos principalmente por razones políticas, y se ha descuidado notoriamente una educación en cuanto al cuidado y buen uso del agua. Y si bien es cierto que ahora se ven campañas por diversos medios audiovisuales, todavía falta mucho por hacer para tomar una real y verdadera conciencia en cuanto a su manejo.

Tal vez sea posible considerar que la verdadera y real sustentabilidad comienza por los dos elementos básicos para la sobrevivencia, un aire limpio de contaminación y el cuidado del agua. Recursos que por mucho tiempo se pensaron que eran inagotables, pero que la realidad ya nos muestra que su existencia es finita y por lo tanto hay que cuidarla.

Seguiremos platicando …

9 de marzo de 2011

¿Cuáles son los incentivos para fomentar la Responsabilidad Social?

La Responsabilidad Social y la sustentabilidad quedarán en buenos deseos e intenciones si no se generan los incentivos adecuados en el aquí y en el ahora, y no pensando solo en el largo plazo; ya que como diría Keynes, en el largo plazo todos estaremos muertos.

En mucha de la información que se encuentra sobre supuestas actividades de responsabilidad social, lo que hay en el mejor de los casos es filantropía, o bien mucha mercadotecnia social, la cual desvirtúa y corrompe el verdadero enfoque de la responsabilidad social, haciendo que el gran público lo veo como un movimiento de moda, sin entender realmente su significado y trascendencia.

Y en estos ambos casos, la filantropía y la mercadotecnia social tienen incentivos muy claramente definidos aunque diferentes; la primera en el mejor de los casos es ayudar en algo específico buscando un reconocimiento social a la persona o la empresa que la desarrolla; la mercadotecnia social en cambio busca mejorar la imagen de algún producto y por lo tanto incrementar las ventas del mismo.

Pero hasta donde entiendo, la Responsabilidad Social se preocupa primero por mirar hacia dentro de sí misma, y como consecuencia su impacto directo e indirecto a la sociedad en general. Y en este sentido por ejemplo, por muy filantrópico que sea el dueño de la empresa, o su producto con buena imagen. ¿Qué tanto se preocupa por el bienestar económico y social de su personal?

A esa pregunta le agrego otras más específicas: ¿qué tan bien paga al personal en relación al mercado? ¿Qué tipo de prestaciones existen? ¿Cuánto participa el personal en la toma de decisiones? ¿Existe la posibilidad de desarrollo profesional?

Para todas estas cuestiones, cuáles son los estímulos para el empresario, ¿qué incentivos de tipo económico tiene creados para lograr un ambiente organizacional sano y positivo?

Todos los seres humanos nos movemos en función de incentivos, y si bien algunos pueden tenerlos de tipo espiritual, la realidad es que hay otros que son prácticamente universales y que todos los podemos entender y los buscamos, y en estos últimos entran los económicos; pero considerando que los económicos son también parte de los sociales.

Un ejemplo de lo anterior son las ideas de Muhammad Yunus y Amartya Sen, ambos son economistas, pero tienen una visión mucho más amplia y profunda del concepto, viéndolo como un medio y no como un fin en sí mismo.

Y es aquí donde las políticas públicas como causa y efecto del sentir de la sociedad, deben generar y fomentar la responsabilidad social y la sustentabilidad; que tengan un sentido en las empresas, y no solamente sean bonitas y buenas palabras pero que no lleguen a concretarse en la empresa misma.

Las organizaciones empresariales deben tener o buscar los incentivos adecuados con sus agremiados si realmente quieren fomentar y difundir estos conceptos, y hacerlo en conjunto con los gobiernos.

Hay un refrán por ahí que dice: “El camino al infierno está lleno de buenas intenciones”, y si esto es así, seguramente será porque no existieron los incentivos adecuados para que dichas intenciones se realizaran.

De la misma manera, la Responsabilidad Social y la Sustentabilidad corren el riesgo de quedar en intenciones; por lo tanto, si como sociedad en conjunto integrada por la sociedad civil, sectores productivos y gobierno, no diseñan, desarrollan y ponen en práctica los incentivos adecuados en el ahora, para que desde ahora mismo sean una realidad, estaremos pensando solo en el futuro sin hacer nada en el presente.

Seguiremos platicando ….

1 de marzo de 2011

Ciudadano-Consumidor

En términos generales cualquier sociedad tiene claramente definidos a los diferentes grupos de poder, sean estos económicos o políticos principalmente en cualquiera de sus denominaciones, ya sea gobierno, grupos empresariales, sindicatos de obreros o empresariales. Y al resto de la población de la población se le llama en el mejor de los casos sociedad civil y nada más.

En el ámbito de la responsabilidad social se les llama stakeholders en inglés, y en español grupos o comunidades de interés, lo cual no está mal, y es un buen principio para definir en forma más precisa y clara a todo ese grupo de seres humanos que tienen al menos un interés común.

En el ámbito económico la definición para esa sociedad en general se le conoce como consumidores, término que dentro del mundo que se ha construido se ha llevado al extremo, es decir, toda la población tiene como propósito básico y último también el consumir, concepto que encierra la razón de vida y que proporciona la felicidad extrema.

Lo anterior significa entonces que mientras más consuma una persona, se convierte en más humano, y es más feliz en el más amplio sentido del término.

Como una respuesta a este modelo mencionado, hay un término que recientemente se ha visto con mayor frecuencia en la literatura dedicada a la responsabilidad social y a la sustentabilidad, y que es el de “Ciudadano-Consumidor”.

Aunque a simple vista pueda parecer solamente un juego de palabras y muchos quieran únicamente verlo así, puede en potencia convertirse en una nueva visión de esa sociedad civil en general que antes se mencionó.

En otras palabras, dicha sociedad civil no está integrada únicamente por consumidores, pero estos antes de ser individuos que adquieren cosas en un mercado, son ciudadanos, es decir personas en su sentido jurídico y que como tales valen por sí mismos, y tienen una identidad definida. Y además pueden ser ciudadanos sin ser necesariamente consumidores.

Bajo el pensamiento dominante del mercado, la sociedad ha sido reducida a consumidores y nada más, y por lo tanto su único fin es el consumo y nada más.

Este concepto de Ciudadano-Consumidor puede ser el disparador de una nueva mentalidad, que considera a la sociedad como un grupo definido y no solo una masa sin forma integrada por individuos.

Este ciudadano tiene derechos ante el estado, y este último tiene la obligación de proporcionárselos; derechos como el obtener seguridad en el más sentido del término, incluyendo la salud o el trabajo por mencionar solo algunos.

Por lo tanto, es posible considerar como una de los postulados básicos de la responsabilidad social, reconocer a la persona como ciudadano con todas sus características, y dejar a cada uno de ellos decidir su papel como consumidores.

Seguiremos platicando …