La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las

La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las
En 1953, Howard R. Bowen definió a la Responsabilidad Social del Empresario como “…las obligaciones de los empresarios para seguir políticas, tomar decisiones o adoptar líneas de acción deseables en términos de los objetivos y valores de la sociedad”. ETICA Y SUSTENTABILIDAD: VALORES BASICOS PARA LAS EMPRESAS

28 de mayo de 2009

La empresa con nuevos fines

Por alguna razón que todavía no alcanzo a entender, en algún momento de la historia la ciencia económica fue separada del ámbito social, a pesar de estar considerada como una de las ciencias sociales y siendo Adam Smith, calificado como su creador, un profesor de ética.

Su separación llegó a tal grado en nuestros tiempos que se consagró al mercado, al considerar que todo lo resolvería sabiamente. El extremo de todo esto puede ser la existencia de un Foro Económico Mundial, y como contraparte un Foro Social Mundial; entidades que parecería se encuentran en diferentes planetas y con propósitos distintos, pero que a final del camino su objetivo es el mismo, atender el bienestar de la sociedad.

Y si lo anterior pueda parecer algo muy lejano a nuestra realidad cotidiana, podemos verlo de cerca en el actuar de las empresas, en las que la mayor parte buscan las utilidades en el corto plazo únicamente para sus socios o dueños; considerando la atención al personal, a la ecología y para la sociedad en general, como algo ajeno en lo que solamente lo atienden porque las obliga la ley.

Esta forma de ver a la empresa no es nueva, las definiciones más antiguas del concepto, siempre la describen primordial y exclusivamente para la obtención de ganancias para sus propietarios, y dedicada a satisfacer las necesidades de un mercado.

En esto mencionado no se habla de las personas ni mucho menos de la sociedad en conjunto; por lo que de alguna forma se entiende que no exista una responsabilidad social.

De hecho puede decirse que nunca se estuvo plenamente de acuerdo con este concepto de empresa, la aparición de los sindicatos y de los llamados socialistas utópicos en el siglo XIX, son una clara muestra de que la empresa debería tener una razón de ser más amplia. Así desde entonces, paulatinamente las sociedades han venido evolucionando y pidiendo una mayor atención a sus necesidades, logrando de esta forma dar mayor atención a los empleados, como fue en diferentes momentos el establecimiento de una jornada laboral, un salario mínimo, y algunas importantes prestaciones como el seguro social y el financiamiento de vivienda.

Estos avances sin duda meritorios, no fueron suficientes, por lo que desde los años sesenta del pasado siglo XX, se dice que empezaron a manifestarse los primeros indicios de reclamo de lo que ahora denominamos responsabilidad social empresarial.

Una de las lecciones de la actual crisis es, según dicen algunos, por la mencionada separación de la economía, pensando que el mercado por sí solo atendería adecuadamente a la sociedad; pero lo sucedido ha demostrado que esto no es posible.

Al considerar de nuevo a la economía como una ciencia social, se redefine de alguna manera la razón de ser de una empresa, en donde su existencia tiene como propósito el bienestar de la sociedad a través de su rentabilidad, lo que significa la elaboración de productos/bienes necesarios, la atención adecuada a su personal y proveedores, hasta el cuidado de aspectos ambientales.

Esto no será realizado de manera gratuita, serán requisitos básicos para su sustentabilidad ante una sociedad más preparada en comparación a la de los años sesenta del siglo pasado; que está exigiendo cada vez más un comportamiento más ético y responsable a las empresas.

El tiempo nos dirá la respuesta.

Seguiremos platicando …

20 de mayo de 2009

Persiste el poco interés por la Responsabilidad Social

De lamentable puede calificarse la información publicada el pasado 19 de mayo en la Revista América Economía, en la cual dice que: “según un reciente estudio de la consultora Gallup Consulting, que midió el impacto de las acciones de Responsabilidad Social de empresas privadas de 20 países de América Latina, reveló que una gran parte de las grandes compañías no tendría interés en potenciar el desarrollo sustentable”.

Esto significa, creo, que una parte importante de los empresarios todavía no entienden, o quieren entender, la responsabilidad social que tienen, y más aún, la relevancia que tiene el desarrollo sustentable en todos los sentidos.

El resultado de este estudio me confirma desafortunadamente la sensación que percibo en el ambiente empresarial, que consideran todavía a la responsabilidad social como un agregado más a su labor, como si fuera un impuesto o una certificación para poder seguir operando; y no como algo que debe ser visto como un modelo de gestión empresarial.

Y si me permiten decirlo, siguen pensando en la empresa como una entidad aislada de la sociedad, comprometida solamente con su dueño o socios para ganar dinero, y todo lo relacionado a ella como empleados, clientes y proveedores son el medio para el único objetivo, maximizar ganancias a costa de la sociedad y el medio ambiente.

No estoy en contra del propósito de ganar dinero, pero que esto no sea una excusa para hacerlo de manera irresponsable; ni tampoco se trata de que las empresas se conviertan en fundaciones con propósitos meramente altruistas. El dinero es necesario y útil definitivamente, pero pienso que la sociedad actual y seguramente más la futura, es y será más exigente con el comportamiento ético empresarial.

A mayor detalle, el estudió mostró además que si las grandes corporaciones realizan donaciones y contribuyen a la comunidad en sus países, promueven un impacto positivo en la calidad de vida de sus clientes. Lo cual sin embargo no es suficiente para modificar la mentalidad empresarial antes señalada.

Una primera lección de esto, es que en nuestra generación actual en México y Latinoamérica, tenemos la tarea de seguir impulsando y promoviendo la responsabilidad social, para que los niños y jóvenes del hoy, la vayan asimilando como algo natural en sus actividades profesionales futuras, y no la vean como algo exótico y pasajero como todavía hoy muchos adultos la consideran.

Seguiremos platicando ….

12 de mayo de 2009

La persona y su responsabilidad social

Si bien gran parte de la literatura existente sobre la responsabilidad social está enfocada en la empresa, vale la pena considerar que dicha empresa no es una entidad aislada y ajena al ser humano; de hecho es una entidad creada por el mismo ser humano, y que su acción y actuación es generada y realizada por personas; por lo tanto, el punto sería. ¿Qué tan responsables son las personas que están dentro de las mencionadas empresas?

Y cuando hablo de persona me refiero en su acción en los diversos papeles que ocupa en la sociedad; como ciudadano, empleado, directivo, funcionario, consumidor y padre familia; por lo que la pregunta es en este caso es si la persona es integra en su responsabilidad en todos esos papeles mencionados.

Para no enredarse o involucrase mucho en esto veámoslo desde el punto de vista económico. Le pedimos a las empresas que actúen de manera responsable, invocando aspectos éticos, ecológicos y económicos, pero, qué tanto hacemos como consumidores, a través de adquirir o rechazar tal o cual producto en función de su trato a proveedores, del método de producción, de la manera como administra su recurso humano en términos de higiene, seguridad y pago, de la forma como maneja sus desechos, e inclusive del tipo de envoltura utilizada.

Tal vez mucho de lo mencionado se lo dejamos en lo mínimo al cumplimiento de las leyes relativas a ello, dejándole al gobierno la vigilancia de su cumplimiento, pero, tanto como consumidores y ciudadanos, creo que todos tenemos la responsabilidad social de que además de cumplir dichas legislaciones, vayan las empresas más allá de dicho cumplimiento.

Un ejemplo específico de lo anterior, es el comportamiento mostrado por muchas organizaciones con las disposiciones impuestas del gobierno en relación a la epidemia de influenza; pero la ciudadanía en general qué hicimos para que las empresas cumplieran con lo ordenado, o bien, qué más pudiéramos aportar para que se hiciera más de lo establecido.

Como demandantes en un mercado, podemos llegar a tener la fuerza suficiente para influir en la oferta, y no estar solamente como actores pasivos.

En resumen, querámoslo o no, todos tenemos una serie de responsabilidades de acuerdo al papel social que tenemos, y no podemos soslayarnos de ellas, y por lo tanto proyectaremos su cumplimiento en todo momento. Y si queremos una buena ciudadanía corporativa, hay que iniciar por una mejor ciudadanía personal.

Seguiremos platicando …