Se consolida la Responsabilidad Social

La consolidación de la ética empresarial y la Responsabilidad Social de la Empresa en el primer plano de actualidad en el mundo de los negocios es indudable, señala en uno de sus párrafos iniciales, el libro “El Modelo de Empresa del Siglo XXI”, publicado el pasado enero por Forética, organización española dedicada a la promoción de la gestión ética y socialmente responsable de las organizaciones.

Y agrega que aún siendo relativamente nuevo el concepto, ya es difícil encontrar una gran empresa, especialmente si cotiza en Bolsa, que no exhiba orgullosamente sus actividades en este campo, edite memorias de sostenibilidad o informes de desempeño social; además de la proliferación de publicaciones, eventos, congresos, cursos y debates es igualmente abrumadora.

A una conclusión similar llegó la Revista The Economist también en enero del 2008, con la publicación de un informe que reconoce la importancia adquirida por la RSE en los negocios durante los últimos años. Contrastando drásticamente con lo dicho por la misma publicación en el 2005, cuando calificó a la Responsabilidad Social como un gasto superfluo.

La revista cree ahora que la RSE podría ser ventaja para el negocio, y que si bien falta mucho por lograr para integrarla a la estrategia de la empresa, la responsabilidad empresarial es "sencillamente un buen negocio".

El informe incluye una encuesta a nivel mundial del Economist Intelligence Unit, efectuada entre noviembre y diciembre del 2007, en la cual reporta que el 35 por ciento de los ejecutivos encuestados hace tres años decían que le daban una alta o muy alta prioridad a la RSE, ahora lo hacen el 56 por ciento, y en tres años pronostican que lo harán el 70 por ciento. Solo el cuatro por ciento respondió que la RSE es una pérdida de tiempo y dinero.

Tales afirmaciones sin duda son aplicables en todas partes del mundo en diversos grados, lo cual implica que de una forma un tanto cuanto silenciosa, la responsabilidad social está siendo considerada como parte de su modelo de negocio por una cada vez mayor cantidad de empresas.

Lo que está logrando su mayor penetración y permanencia, son de alguna manera factores similares que en su tiempo permitieron el avance de la filosofía de calidad: la globalización que permite una mayor comunicación e intercambio de información; y otro es la competencia, la cual requiere de un modelo de gestión que le permita a la empresa participar en el mercado de forma sostenible y sustentable.

Aunado a lo anterior, un mayor activismo social y una mayor conciencia ecológica, le está diciendo a la empresa que ya no se conforma con el hecho de que se cumplan los lineamientos legales establecidos, exigiéndole que vaya más allá si quiere seguir sobreviviendo.

Todo esto sin duda cambia el paradigma de lo que se entendía como empresa; una entidad de productora de bienes y servicios que generaba riqueza para sus propietarios, para convertirse ahora en un organismo social corresponsable del bienestar de la sociedad.