El 20 de marzo es el día designado como el “Día Mundial del
Agua”, el cual fue establecido por las Naciones Unidas desde 1993, fecha que
sirve tanto para celebrar su existencia, como para tener en cuenta los retos
que implica el estar mejor preparados para su cuidado en el presente y en el
futuro.
Este año, el tema de manera específica es el “Desarrollo
Sustentable del Agua”, el cual busca el recordarnos la necesidad de administrar
de la mejor forma posible y de manera responsable este vital líquido para la
vida, para los ecosistemas y para el crecimiento económico; y si es abundante
por cubrir el 70 por ciento de la superficie del planeta, solo una cantidad
pequeña es la que existe para el consumo humano.
En términos numéricos, se estimado que existen alrededor de
mil 400 millones de kilómetros cúbicos de agua en el planeta, de los cuales
sólo 2.5% corresponden a agua dulce. Este pequeño porcentaje se localiza
principalmente en los ríos, lagos, glaciares, mantos de hielo y acuíferos del
mundo. Y casi tres cuartas partes del agua dulce están contenidas en los
glaciares y mantos de hielo, de los cuales alrededor de 97% son prácticamente
inaccesibles para su uso.
En principio la mayoría de los países tienen el agua
suficiente para su crecimiento, sin embargo no la están administrando
apropiadamente, lo que implica importantes costos por un lado, y por otro no
procurar los beneficios adecuados donde se localizan los mantos acuíferos,
resultando por ello lo que se denominada situaciones de “estrés” de agua.
Por lo anterior, el Foro Económico Mundial en el 2014,
señaló la “crisis del agua”, como una de las diez más importantes
preocupaciones para la economía global.
Por otro lado, de acuerdo al estudio a escala mundial realizado
por la Consultora SustainAbility, menciona que la mayor demanda de agua
proviene de la agricultura la cual requiere del 70% del recurso, y se espera
que para el 2030 la demanda se incremente de manera significativa para cubrir
las necesidades por el crecimiento de la población. Al mismo tiempo el sector
industrial muestre un incremento significativo, siendo aún más en los países en
desarrollo.
Para algunos especialistas, el
problema real no es la falta de agua, sino de cómo se utiliza, generando así su
escasez, y estos se debe a que la mayor parte de la población está ubicada en
áreas donde quizás están exterminando el recurso y no hay mucho ya por
aprovechar.
Por todo lo antes citado, es importante que la sociedad en
una actitud responsable y sustentable recuerde que tenemos un solo planeta y
una cantidad fija de agua que si bien es mucha, se requiere cuidarla y
aprovecharla de la mejor forma posible para la sobrevivencia de todas las
especies vivas incluyendo al ser humano.
En suma, terminar con esa “cultura de desperdicio” que heredamos
y que hemos seguido manteniendo, por la simple razón que está en juego nuestra
sobrevivencia y que como seres con conciencia somos responsables de los
recursos de la naturaleza.
Seguiremos platicando …