La interdependencia y la subsidiariedad, son conceptos que se utilizan con alguna regularidad en un sentido de caridad y en el mejor de los casos de filantropía, pero viéndolos a mayor profundidad su alcance e importancia van más lejos.
Tomemos el caso de la naturaleza: cualquier ser vivo, ya sea una planta, un animal y un insecto, de alguna forma todos están interconectados y necesitan de los demás para sobrevivir; y esta interconexión que existe entre animales y plantas, se realiza de manera inconsciente. Así por ejemplo la abeja en la búsqueda del polen para su propio alimento, influye en la distribución de la semilla de la planta que le ayuda en su reproducción y sobrevivencia; dicho de otra manera, la abeja es responsable sin quererlo del crecimiento de las plantas, mientras busca su propia subsistencia.
Este modelo que se repite en prácticamente toda la naturaleza dentro de todo tipo de criaturas vivientes, implica por lo tanto, una interdependencia y una subsidiaridad, y aunque no exista una conciencia en esa forma de actuar, todos tienen una responsabilidad con el resto de las especies.
Estas ideas que cada vez más tienen una mayor difusión para generar una conciencia ecológica, y que los seres humanos nos demos cuenta de nuestra necesidad de un ecosistema limpio para nuestra sobrevivencia, requieren ser vistas y aplicadas también en la forma como nos comportamos los individuos en el ámbito social.
Y lo anteriormente dicho no es nada nuevo, el mismo Adam Smith lo señalaba cuando hablaba de la posición del carnicero o del panadero con respecto a la sociedad en general, ellos buscaban su felicidad en términos egoístas, pero al mismo tiempo con su trabajo elaboraban un satisfactor para la sociedad, otra vez el concepto de interdependencia.
En términos actuales, dichas personas que realizan los mencionados oficios tienen una responsabilidad social, el hacer un producto adecuado y necesario y cobrar lo justo para subsistencia, y ese cobro si bien es un aspecto monetario, está dentro de una relación social y no al revés como mucho se ha manejado.
Ampliando la idea anterior, las empresas que son entidades creadas por el ser humano y por lo tanto sociales, desarrollan productos y servicios para la sociedad, y por ese sólo hecho aunque no lo quieran, son socialmente responsables, considerando además de su responsabilidad en su comportamiento con su propio personal, proveedores y clientes.
Dicho en otras palabras, la responsabilidad social no es una responsabilidad optativa; y algo similar sucede con todos los individuos en la sociedad, todos somos responsables por la simple convivencia, y por ello requerimos además de cumplir las leyes, el percatarnos que todos requerimos de todos, y que las condiciones de pobreza existente es la responsabilidad social de todos.
Somos una especie para vivir en comunidad y no para estar aislados, y es por ello que necesitamos ser socialmente responsables, pero no por caridad o por filantropía, sino por una conveniencia mutua como lo dijera Adam Smith, y en la medida en que más y mejor la apliquemos nuestra sociedad será cada vez mejor.
Seguiremos platicando …
Empresa: Una Institución Social encargada del Desarrollo Humano, a través de la Inversión y el Trabajo
La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las
31 de agosto de 2013
13 de agosto de 2013
La responsabilidad social como base de una convivencia sana
“Estamos en una cultura de los derechos individuales, que nace con el Renacimiento, es verdad, y está bien y es una conquista pero que no puede quedar al margen de la responsabilidad social”.
Lo anterior es una cita del filósofo español Salvador de Brocà, en una entrevista a propósito de la presentación de su reciente libro. En donde claramente hace mención de la importancia que tiene la responsabilidad social para el desarrollo de una sana convivencia entre todos los seres humanos.
Señalando también que: “La ganancia que no se comparte no da placer, no da la felicidad”; y dice además que el actual lastre de las humanidades se debe a esta especie de utilitarismo extremo; e incluso se ha abandonado la educación en los valores.
A lo anterior aúno lo dicho también por Bernardo Kliksberg en una conferencia hace varios años, en lo cual entre otras cosas mencionó: “Una parte del pensamiento económico de más circulación ha sugerido implícitamente la necesidad de separar ética y economía. La economía sería un área a manejar por técnicos experimentados, y la ética pertenecería a otra esfera esencialmente espiritual, y no debería interferir”.
Y prosigue: “Esta escisión ha causado mucho daño. La economía nació como una disciplina presidida por valores éticos, y respetuosa de los mismos. Fue así en el pensamiento de Adam Smith, que identificó valores éticos que son clave para que los mercados puedan funcionar eficientemente”.
Por lo anterior agrega: “La superación de la escisión entre ética y economía abre la agenda de las responsabilidades de los principales actores sociales, como el Estado, la empresa privada, y la sociedad civil en todas sus expresiones”.
Todo lo antes citado por estos reconocidos especialistas sirve de base para poder decir inicialmente la importancia que tiene la ética y su expresión a través de la responsabilidad social, y que ésta a su vez no se refiere únicamente a que se considerada por la empresa privada, sino también por el Estado y la sociedad civil.
Es necesario considerar también por lo que señalan ambos profesores, que ese individualismo extremo es la causa de muchos de los problemas sociales, pero no es un individualismo en el sentido personal, sino más bien en un sentido autárquico de los agentes que participan en una sociedad, es decir, que se preocupan nada más por sí mismos sin considerar al resto de los agentes participantes.
Lo cual significa que quienes se dedican a la política y manejan los aspectos relacionados al Estado, tienen la responsabilidad social de atender al sector empresarial y a la sociedad civil; y de igual manera, las empresas y la sociedad civil tiene la responsabilidad social de atender al Estado.
Así aunque parezca una obviedad, la vida en sociedad implica una responsabilidad para quienes habitan en ella, y debe ser una de los valores básicos y que sirva de guía para las decisiones que se tomen en cualquiera de los tres ámbitos señalados; Estado, empresa y sociedad civil.
Y como dice también Kliksberg: “Junto al Estado, la empresa privada puede dar una contribución sustancial al enfrentamiento de los desafíos éticos pendientes, a través de la idea de Responsabilidad Social Corporativa”.
Y esos desafíos éticos son primordialmente una mejor calidad de vida de la sociedad en todos sus ámbitos.
Seguiremos platicando …
Lo anterior es una cita del filósofo español Salvador de Brocà, en una entrevista a propósito de la presentación de su reciente libro. En donde claramente hace mención de la importancia que tiene la responsabilidad social para el desarrollo de una sana convivencia entre todos los seres humanos.
Señalando también que: “La ganancia que no se comparte no da placer, no da la felicidad”; y dice además que el actual lastre de las humanidades se debe a esta especie de utilitarismo extremo; e incluso se ha abandonado la educación en los valores.
A lo anterior aúno lo dicho también por Bernardo Kliksberg en una conferencia hace varios años, en lo cual entre otras cosas mencionó: “Una parte del pensamiento económico de más circulación ha sugerido implícitamente la necesidad de separar ética y economía. La economía sería un área a manejar por técnicos experimentados, y la ética pertenecería a otra esfera esencialmente espiritual, y no debería interferir”.
Y prosigue: “Esta escisión ha causado mucho daño. La economía nació como una disciplina presidida por valores éticos, y respetuosa de los mismos. Fue así en el pensamiento de Adam Smith, que identificó valores éticos que son clave para que los mercados puedan funcionar eficientemente”.
Por lo anterior agrega: “La superación de la escisión entre ética y economía abre la agenda de las responsabilidades de los principales actores sociales, como el Estado, la empresa privada, y la sociedad civil en todas sus expresiones”.
Todo lo antes citado por estos reconocidos especialistas sirve de base para poder decir inicialmente la importancia que tiene la ética y su expresión a través de la responsabilidad social, y que ésta a su vez no se refiere únicamente a que se considerada por la empresa privada, sino también por el Estado y la sociedad civil.
Es necesario considerar también por lo que señalan ambos profesores, que ese individualismo extremo es la causa de muchos de los problemas sociales, pero no es un individualismo en el sentido personal, sino más bien en un sentido autárquico de los agentes que participan en una sociedad, es decir, que se preocupan nada más por sí mismos sin considerar al resto de los agentes participantes.
Lo cual significa que quienes se dedican a la política y manejan los aspectos relacionados al Estado, tienen la responsabilidad social de atender al sector empresarial y a la sociedad civil; y de igual manera, las empresas y la sociedad civil tiene la responsabilidad social de atender al Estado.
Así aunque parezca una obviedad, la vida en sociedad implica una responsabilidad para quienes habitan en ella, y debe ser una de los valores básicos y que sirva de guía para las decisiones que se tomen en cualquiera de los tres ámbitos señalados; Estado, empresa y sociedad civil.
Y como dice también Kliksberg: “Junto al Estado, la empresa privada puede dar una contribución sustancial al enfrentamiento de los desafíos éticos pendientes, a través de la idea de Responsabilidad Social Corporativa”.
Y esos desafíos éticos son primordialmente una mejor calidad de vida de la sociedad en todos sus ámbitos.
Seguiremos platicando …
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