"Es el momento actual el más adecuado para desarrollar plenamente la Responsabilidad Social"
Ya a fines del mes de enero, pasadas las fiestas y celebraciones por la llegada del nuevo año 2012, empieza a clarearse el horizonte de lo que se espera en al menos los próximos once meses del año en curso, periodo severamente marcado por la crisis financiera que se encuentra presente desde ya prácticamente cuatro años.
De todo lo acontecido en las postrimerías del 2011, ya parece que quedó claro que este grave problema financiero todavía no termina, y que todavía no tiene fin.
Pero además del problema financiero que por sí mismo es grave, también el año pasado está dejando una tarea muy importante para el futuro a corto y mediano plazo, y es el relacionado al descontento social que se ha visto claramente manifestado en los países de Africa, y en los denominados “Indignados” en un importante número de países europeos.
Ambos problemas puede considerarse que tienen al menos una causa común, la que seguramente es una enorme falta de Responsabilidad Social de los actores financieros y de los diferentes gobiernos.
La evidente y violenta manifestación en las plazas públicas de las ciudades europeas y africanas, son una clara muestra del repudio y rechazo de la población a las formas y maneras en que se han manejado los asuntos financieros y sociales; en pocas palabras puede decirse que es un: ¡Ya Basta!
Me atrevo a decir que ese “Ya Basta” está dirigido a esa falta de Responsabilidad Social de los grandes agentes financieros que fueron ellos mismos quienes provocaron el grave problema actual, y al mismo tiempo a los gobiernos que de manera consciente o inconsciente (peor aún), no establecieron reglas claras y determinantes que limitaran la actuación de dichos agentes financieros. Siendo el resultado de dicha actuación el elevado desempleo y las pobres expectativas de mejora en al menos el corto plazo.
La crisis en sí misma no es solamente en el aspecto financiero, sino una crisis en el sentido de que los paradigmas que se sostenían han mostrado a las claras que no dieron las soluciones esperadas, y que por el contrario, el desarrollo económico y primordialmente el social está en el mejor de los casos detenido y muy posiblemente deteriorado para las nuevas generaciones.
Concretamente, la crisis, esta gran crisis ha creado nuevos posibles escenarios que dejan atrás, en el pasado los convencionales mecanismos y formas de solución; y es por lo tanto el momento adecuado de darle un enfático impulso a la Responsabilidad Social, llenar con ellas el vacío dejado por la falta de respuestas de esos convencionales mecanismos mencionados.
Así, ante la pregunta: ¿Y ahora qué hacemos? Formulada ante los vacíos creados, la Responsabilidad Social plena e intensa de los gobiernos y agentes financieros, sea posiblemente la fórmula para terminar con incertidumbres y promover un desarrollo más sano en términos de sustentabilidad.
Ahora es el momento del gran cambio, y en lugar de pensar en el 2012 como una larga prolongación de los problemas del pasado, se convierta el 2012 en el momento de la coyuntura para un nuevo modelo de desarrollo basado en términos sociales y sustentables.
De los gobiernos y agentes económicos y financieros deberá surgir este nuevo modelo, estando consientes que ninguna entidad exógena o etérea vendrá a solucionar tanto el presente como el futuro.
Seguiremos platicando …
Empresa: Una Institución Social encargada del Desarrollo Humano, a través de la Inversión y el Trabajo
La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las
23 de enero de 2012
5 de enero de 2012
¿Qué papel desempeña el estado en la Responsabilidad Social?
El inicio de un nuevo año significa el comienzo de un nuevo ciclo, como ahora es el caso, invita a reflexionar sobre lo hecho y lo dejado pendiente, y más aún revisar los paradigmas que se tienen, y porqué no cambiarlos y modificarlos dados los cambios presentes y probables futuros en el entorno socioeconómico.
Y en un caso específico de lo anterior, es la Responsabilidad Social considerada generalmente hasta ahora, como una iniciativa y comportamiento voluntario de las propias empresas, dejándoles a ellas por lo tanto, la decisión de manejarse bajo este modelo de gestión; sin embargo no se puede menospreciar el papel del estado en ese actuar de las empresas.
Aunque obvio hay que tomar en cuenta el enorme papel que tiene el estado y/o los gobiernos, en el quehacer cotidiano de las empresas, y que son un factor clave y muy importante en su entorno primario.
En la actividad productiva de cualquier sociedad, así como en el bienestar de sus habitantes, ambas entidades, estado (gobierno) y empresas tienen un papel crucial y por lo tanto se requiere que las dos trabajen de manera solidaria, y si bien sus objetivos pueden ser diferentes en términos económicos, sus objetivos sociales y los efectos de sus actividades tienen un efecto inmediato entre la población.
Desde hace tiempo he venido sosteniendo que el gobierno tiene prioritariamente una Responsabilidad Social, más que cualquier otra entidad productiva ya sea pública o privada, siendo esta una de sus razones de ser y de existir; pero no se trata de sustituir o reemplazar a las empresas de capital privado, sino de trabajar de forma coordinada para buscar el objetivo de una mayor calidad de vida de la población.
Y como se mencionó antes el estado (o el gobierno), forma parte del entorno primario de cualquier empresa, su función entonces es el de buscar crear las condiciones necesarias para el desarrollo de la responsabilidad social empresarial.
Entonces la pregunta sería: ¿Por qué no pedirle a los gobiernos una legislación que fomente, procure y aliente la Responsabilidad Social en el sector productivo privado? Que genere los incentivos adecuados para que la responsabilidad social penetre en todas las actividades económicas y/o productivas.
Comparto la idea de que la Responsabilidad Social sea una acción voluntaria del empresariado, pero no estaría nada mal que el propio gobierno propicie las condiciones adecuadas en el entorno, que fomenten la ya multimencionada Responsabilidad Social.
No se trata de buscar buenas intenciones o propósitos como se hace cada año nuevo, o de apoyar la filantropía, sino de realizar acciones concretas por la vía fiscal por ejemplo, o también propiciar el civismo de forma intensa entre todos los habitantes, que directa o indirectamente muevan a las empresas a involucrarse en su responsabilidad con la sociedad.
Es necesario dejar atrás el paradigma de empresas autistas y egoístas que buscan únicamente su propio beneficio monetario, pero también el de gobiernos que se consideran autárquicos y por lo tanto autosuficientes para lograr el bienestar social.
Se requiere de gobiernos realmente comprometidos que más que hacer ellos mismos las actividades del sector privado, generen mediante diversas legislaciones, las condiciones reales para el desarrollo y crecimiento de la Responsabilidad Social.
Seguiremos platicando ….
Y en un caso específico de lo anterior, es la Responsabilidad Social considerada generalmente hasta ahora, como una iniciativa y comportamiento voluntario de las propias empresas, dejándoles a ellas por lo tanto, la decisión de manejarse bajo este modelo de gestión; sin embargo no se puede menospreciar el papel del estado en ese actuar de las empresas.
Aunque obvio hay que tomar en cuenta el enorme papel que tiene el estado y/o los gobiernos, en el quehacer cotidiano de las empresas, y que son un factor clave y muy importante en su entorno primario.
En la actividad productiva de cualquier sociedad, así como en el bienestar de sus habitantes, ambas entidades, estado (gobierno) y empresas tienen un papel crucial y por lo tanto se requiere que las dos trabajen de manera solidaria, y si bien sus objetivos pueden ser diferentes en términos económicos, sus objetivos sociales y los efectos de sus actividades tienen un efecto inmediato entre la población.
Desde hace tiempo he venido sosteniendo que el gobierno tiene prioritariamente una Responsabilidad Social, más que cualquier otra entidad productiva ya sea pública o privada, siendo esta una de sus razones de ser y de existir; pero no se trata de sustituir o reemplazar a las empresas de capital privado, sino de trabajar de forma coordinada para buscar el objetivo de una mayor calidad de vida de la población.
Y como se mencionó antes el estado (o el gobierno), forma parte del entorno primario de cualquier empresa, su función entonces es el de buscar crear las condiciones necesarias para el desarrollo de la responsabilidad social empresarial.
Entonces la pregunta sería: ¿Por qué no pedirle a los gobiernos una legislación que fomente, procure y aliente la Responsabilidad Social en el sector productivo privado? Que genere los incentivos adecuados para que la responsabilidad social penetre en todas las actividades económicas y/o productivas.
Comparto la idea de que la Responsabilidad Social sea una acción voluntaria del empresariado, pero no estaría nada mal que el propio gobierno propicie las condiciones adecuadas en el entorno, que fomenten la ya multimencionada Responsabilidad Social.
No se trata de buscar buenas intenciones o propósitos como se hace cada año nuevo, o de apoyar la filantropía, sino de realizar acciones concretas por la vía fiscal por ejemplo, o también propiciar el civismo de forma intensa entre todos los habitantes, que directa o indirectamente muevan a las empresas a involucrarse en su responsabilidad con la sociedad.
Es necesario dejar atrás el paradigma de empresas autistas y egoístas que buscan únicamente su propio beneficio monetario, pero también el de gobiernos que se consideran autárquicos y por lo tanto autosuficientes para lograr el bienestar social.
Se requiere de gobiernos realmente comprometidos que más que hacer ellos mismos las actividades del sector privado, generen mediante diversas legislaciones, las condiciones reales para el desarrollo y crecimiento de la Responsabilidad Social.
Seguiremos platicando ….
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