Uno de los aspectos positivos que pueden resultar de la crisis que se viene viviendo desde el 2008, es que sirve para modificar conceptos y valores, y también con ello para reacomodar significados y concepciones sobre los que gravitan muchas de las actividades del quehacer humano.
Y una de ellos es el valor que se le ha dado a la economía, ciencia que se considera nació en el siglo XVIII, gracias a los trabajos del filósofo Adam Smith, y que mucho de su pensamiento se enmarca en el racionalismo de la llamada Ilustración de una centuria previa.
Bajo el concepto de que el ser humano actúa racionalmente sin considerar sus emociones, y el propósito final es la acumulación de riqueza, la economía se convirtió en el centro y propósito final de toda actividad humana. Constriñendo su paso por la vida a la búsqueda de la riqueza material.
De esta forma la economía ha sido el objetivo final de toda actividad, y por ende toda persona o empresa es evaluada con dicho parámetro, y pervirtiendo así acciones que son utilizados como medio; cuando debería ser al revés.
En este sentido, es posible ver que importantes empresas en al menos la última década han utilizado la filantropía y la responsabilidad social, como una máscara para ocultar sus propósitos de incrementar su riqueza lo más posible, Enron fue una de ellas, y más recientemente otras como Transocean, British Petroleum, Vedanta Resources, ExxonMobil, FoxconnElectronics, Chevron Corp, BG Group PLC, Royal Dutch Shell, Sinar Mas Group, y Magyar Aluminium.
Empresas que según la organización RepRisk, encabezan el “Ranking Anual de Empresas Controvertidas” del 2010, que elabora anualmente.
Desde aspectos de sustentabilidad hasta el soborno, todas ellas en alguna forma tenían una elevada reputación por sus aportaciones filantrópicas o acciones que manejaban dentro de lo que considera Responsabilidad Social.
Todo esto significa como antes se mencionó, la búsqueda de la riqueza por cualquier modo y a cualquier precio; ya que lo más importante es el valor económico, enfatizando este paradigma con ya más de 200 años de vigencia.
Es por lo tanto importante en estos tiempos de comenzar a reacomodar y darle a cada aspecto su sitio; reevaluar a la economía como la ciencia social que siempre ha sido, y que tiene como objetivo la búsqueda del bienestar humano. Es decir la economía es un medio y no un fin.
La verdadera Responsabilidad Social, y no la enmascarada como estas empresas mencionadas y otras más que existen en nuestro medio, junto con la Sustentabilidad, son los mecanismos para poner a las cosas en su verdadero lugar, y dejar atrás esas ideas que han impedido realmente lograr una mejor situación del ser humano en sus diferentes dimensiones, y no seguirlo considerando como un “homo economicus”, sin emociones ni valores.
Muhammad Yunus viene diciendo lo anterior desde mucho antes de la gran Crisis que se ha vivido en los pasados tres años, y que requiere ser seriamente considerado para el presente y futuro, tanto para las empresas como para la Sociedad en general.
Seguiremos platicando …
Empresa: Una Institución Social encargada del Desarrollo Humano, a través de la Inversión y el Trabajo
La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las
26 de enero de 2011
19 de enero de 2011
Terminar con la avaricia y fomentar la empatia
Tal vez una de las películas más emblemáticas del pensamiento actual es la de Wall Street que estuvo en cartelera el pasado 2010; ya que en forma clara proyecta cual es el gran paradigma que ha venido imperando prácticamente en los pasados 30 años; la avaricia.
Si bien es cierto que la avaricia es algo que siempre ha existido, según cuentan las más ancestrales historias de diversos pueblos de la antigüedad, y en alguna forma ha marcado el destino de sociedades y personajes, tanto en novelas como en la vida real; se conformó prácticamente desde los setenta como la máxima a la cual tiene que dirigirse cualquier ser humano.
Dicho en otras palabras, el propósito de cualquier persona debe ser la búsqueda y la acumulación de riqueza, convirtiéndose entonces en el símbolo del éxito y el propósito de vida. Y para lograr esta riqueza no importan los demás en el más amplio sentido de la palabra.
Esta forma de pensar utiliza a la economía como un mero instrumento para buscar generar e incrementar riqueza, dejando a un lado inclusive las ideas del padre de la economía, el profesor de ética Adam Smith, que en sus diversas obras nunca soslayó al ser humano, y considero siempre las actividades económicas como un medio y nunca como un fin en sí mismo.
Tal vez los historiadores del futuro señalen que esta avaricia extrema que caracterizó las últimas tres décadas del siglo XX, y posiblemente los primeros diez años del siglo XXI, al presentarse la Gran Crisis, propiciaron como contraparte el despegue y auge de la Responsabilidad Social, modelo de gestión que va más allá del simple hecho de ganar más dinero.
Es claro que puede resultar ocioso decir que todas las personas quieren ganar y tener más dinero, tener una vida más cómoda en términos de comodidades es una aspiración válida, sin embargo lo que no es válido, es hacerlo a costa de otros o atropellando derechos de terceros.
En este punto es prudente tal vez mencionar que la mencionada avaricia y con ella el egoísmo son sentimientos y emociones, y que esta gran crisis económica fue propiciada por aspectos eminentemente humanos, utilizando instrumentos de la economía y de la mercadotecnia que los han venido enalteciendo de forma metódica, llevado todo esto a un extremo tal que provocó los problemas financieros que se presentaron desde 2007.
Y en esta misma línea, la Responsabilidad Social que ha venido ganando cada vez más impulso, nace también de dos emociones o sentimientos; la empatía y la compasión; por lo que en un amplio contexto que puede decirse se presenta a escala mundial, el ser humano se encuentra confrontado en dos posiciones: la avaricia y el egoísmo por un lado; y la compasión y la empatía por el otro.
Esta confrontación posiblemente tuvo su clímax en el período 2007-2010, cuando se desató la crisis y se han ido conociendo poco a poco las motivaciones y acciones que se desarrollaron a través de diversos instrumentos financieros que propiciaron el gran problema económico del cual todavía no se sale de manera clara y contundente.
Si para algunos todo esto que ha sucedido en términos económicos sea una catástrofe plena y total, puede que sea tal vez la gran oportunidad de terminar con el paradigma de que el éxito personal se logra por medio de generar más riqueza, y cambiarlo por otro paradigma en el que la preocupación y el apoyo al resto de los seres humanos por medio de la responsabilidad social, siendo compasivo y empático, sean el signo del éxito y la felicidad; algo que todos finalmente buscan.
Seguiremos platicando …
Si bien es cierto que la avaricia es algo que siempre ha existido, según cuentan las más ancestrales historias de diversos pueblos de la antigüedad, y en alguna forma ha marcado el destino de sociedades y personajes, tanto en novelas como en la vida real; se conformó prácticamente desde los setenta como la máxima a la cual tiene que dirigirse cualquier ser humano.
Dicho en otras palabras, el propósito de cualquier persona debe ser la búsqueda y la acumulación de riqueza, convirtiéndose entonces en el símbolo del éxito y el propósito de vida. Y para lograr esta riqueza no importan los demás en el más amplio sentido de la palabra.
Esta forma de pensar utiliza a la economía como un mero instrumento para buscar generar e incrementar riqueza, dejando a un lado inclusive las ideas del padre de la economía, el profesor de ética Adam Smith, que en sus diversas obras nunca soslayó al ser humano, y considero siempre las actividades económicas como un medio y nunca como un fin en sí mismo.
Tal vez los historiadores del futuro señalen que esta avaricia extrema que caracterizó las últimas tres décadas del siglo XX, y posiblemente los primeros diez años del siglo XXI, al presentarse la Gran Crisis, propiciaron como contraparte el despegue y auge de la Responsabilidad Social, modelo de gestión que va más allá del simple hecho de ganar más dinero.
Es claro que puede resultar ocioso decir que todas las personas quieren ganar y tener más dinero, tener una vida más cómoda en términos de comodidades es una aspiración válida, sin embargo lo que no es válido, es hacerlo a costa de otros o atropellando derechos de terceros.
En este punto es prudente tal vez mencionar que la mencionada avaricia y con ella el egoísmo son sentimientos y emociones, y que esta gran crisis económica fue propiciada por aspectos eminentemente humanos, utilizando instrumentos de la economía y de la mercadotecnia que los han venido enalteciendo de forma metódica, llevado todo esto a un extremo tal que provocó los problemas financieros que se presentaron desde 2007.
Y en esta misma línea, la Responsabilidad Social que ha venido ganando cada vez más impulso, nace también de dos emociones o sentimientos; la empatía y la compasión; por lo que en un amplio contexto que puede decirse se presenta a escala mundial, el ser humano se encuentra confrontado en dos posiciones: la avaricia y el egoísmo por un lado; y la compasión y la empatía por el otro.
Esta confrontación posiblemente tuvo su clímax en el período 2007-2010, cuando se desató la crisis y se han ido conociendo poco a poco las motivaciones y acciones que se desarrollaron a través de diversos instrumentos financieros que propiciaron el gran problema económico del cual todavía no se sale de manera clara y contundente.
Si para algunos todo esto que ha sucedido en términos económicos sea una catástrofe plena y total, puede que sea tal vez la gran oportunidad de terminar con el paradigma de que el éxito personal se logra por medio de generar más riqueza, y cambiarlo por otro paradigma en el que la preocupación y el apoyo al resto de los seres humanos por medio de la responsabilidad social, siendo compasivo y empático, sean el signo del éxito y la felicidad; algo que todos finalmente buscan.
Seguiremos platicando …
10 de enero de 2011
Solidaridad y redes sociales
Aquí estamos de nuevo, con la intención de hacer un mejor y mayor esfuerzo en este 2011.
Para todos, un ¡FELIZ 2011!. MUCHOS PROYECTOS Y LOGROS PARA HOY, MAÑANA Y SIEMPRE ...
Sin duda uno de los fenómenos sociales más importantes que se presentaron en esta primera década del siglo XXI, es el de Facebook, y las otras tantas redes sociales que se han desarrollado y cubren prácticamente todo el mundo.
Ya sea para cuestiones prácticamente cotidianas como la mencionada Facebook o de tipo profesional como LinkedIN, lo cierto es que los grandes avances en las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), han puesto en clara evidencia la necesidad del ser humano de comunicarse tanto con su círculo social más cercano, como con personas que puede estar en el otro lado del mundo, pero que ambos tienen en común esta peculiar característica humana de buscar estar en contacto entre sí.
Esto que pudiera ya ser obvio para muchos, no deja de llamar la atención no sólo por el número de miembros existentes en dichas redes, sino además porque sigue creciendo, y sigue también aumentando la cantidad y variedad de utilidades que se le pueden dar a las redes ya conformadas.
Lo cierto es que también se puede afirmar sin ninguna duda que ahora el mundo está ya integrado en una interconexión total, sin considerar fronteras o divisiones políticas, de raza o religiosas, ni tampoco aspectos comerciales o económicos.
La globalización, de la que mucho se hablado desde hace poco más de veinte años, siempre se ha visto únicamente como la gran interconexión comercial, pero tal vez la verdadera globalización sea esta enorme red social, en donde no pone por delante los aspectos comerciales, sino más bien al propio ser humano como tal.
Y esta gran socialización que no tiene precedentes en la historia en cuanto su dimensión y alcance, ha provocado además del acercamiento virtual, un acercamiento real para entender y comprender a otro ser humano donde quiera que se encuentre.
La gran crisis económica que empezara en el 2008, el terremoto de Haití del pasado enero del 2010, el rescate de los mineros en Chile entre agosto y octubre también del 2010; han servido como ejemplo para percatarse de la unión, interés y compasión que existe entre la gran familia humana.
Sin importar los intereses políticos o comerciales, dichos eventos provocaron la manifestación plena de la solidaridad humana, que se hizo evidente por medio de la utilización de dichas redes sociales para buscar ayudas y apoyos de todo tipo, al margen o en apoyo de los gobiernos.
Dicha manifestación de solidaridad y compasión, son el resultado de la Responsabilidad Social inherente en la persona humana, que se ve claramente también en el crecimiento de las redes sociales, en donde esta Responsabilidad implica un interés por conocer y unirse con muchos otros; así, aunque parezca ser de manera inconsciente, se busca el acercamiento y el compartir experiencias, y finalmente la mejora de todos los involucrados.
Aun con las diferencias que buscan siempre imponerse como las económicas o los fanatismos religiosos, lo cierto es que gracias al internet y las TIC, el mundo futuro puede ser de una sola humanidad, unida, y que tiene una elevada Responsabilidad Social.
Seguiremos platicando …
Para todos, un ¡FELIZ 2011!. MUCHOS PROYECTOS Y LOGROS PARA HOY, MAÑANA Y SIEMPRE ...
Sin duda uno de los fenómenos sociales más importantes que se presentaron en esta primera década del siglo XXI, es el de Facebook, y las otras tantas redes sociales que se han desarrollado y cubren prácticamente todo el mundo.
Ya sea para cuestiones prácticamente cotidianas como la mencionada Facebook o de tipo profesional como LinkedIN, lo cierto es que los grandes avances en las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), han puesto en clara evidencia la necesidad del ser humano de comunicarse tanto con su círculo social más cercano, como con personas que puede estar en el otro lado del mundo, pero que ambos tienen en común esta peculiar característica humana de buscar estar en contacto entre sí.
Esto que pudiera ya ser obvio para muchos, no deja de llamar la atención no sólo por el número de miembros existentes en dichas redes, sino además porque sigue creciendo, y sigue también aumentando la cantidad y variedad de utilidades que se le pueden dar a las redes ya conformadas.
Lo cierto es que también se puede afirmar sin ninguna duda que ahora el mundo está ya integrado en una interconexión total, sin considerar fronteras o divisiones políticas, de raza o religiosas, ni tampoco aspectos comerciales o económicos.
La globalización, de la que mucho se hablado desde hace poco más de veinte años, siempre se ha visto únicamente como la gran interconexión comercial, pero tal vez la verdadera globalización sea esta enorme red social, en donde no pone por delante los aspectos comerciales, sino más bien al propio ser humano como tal.
Y esta gran socialización que no tiene precedentes en la historia en cuanto su dimensión y alcance, ha provocado además del acercamiento virtual, un acercamiento real para entender y comprender a otro ser humano donde quiera que se encuentre.
La gran crisis económica que empezara en el 2008, el terremoto de Haití del pasado enero del 2010, el rescate de los mineros en Chile entre agosto y octubre también del 2010; han servido como ejemplo para percatarse de la unión, interés y compasión que existe entre la gran familia humana.
Sin importar los intereses políticos o comerciales, dichos eventos provocaron la manifestación plena de la solidaridad humana, que se hizo evidente por medio de la utilización de dichas redes sociales para buscar ayudas y apoyos de todo tipo, al margen o en apoyo de los gobiernos.
Dicha manifestación de solidaridad y compasión, son el resultado de la Responsabilidad Social inherente en la persona humana, que se ve claramente también en el crecimiento de las redes sociales, en donde esta Responsabilidad implica un interés por conocer y unirse con muchos otros; así, aunque parezca ser de manera inconsciente, se busca el acercamiento y el compartir experiencias, y finalmente la mejora de todos los involucrados.
Aun con las diferencias que buscan siempre imponerse como las económicas o los fanatismos religiosos, lo cierto es que gracias al internet y las TIC, el mundo futuro puede ser de una sola humanidad, unida, y que tiene una elevada Responsabilidad Social.
Seguiremos platicando …
Suscribirse a:
Entradas (Atom)