La actual crisis financiera que se ha desatado y afectado a prácticamente todos los países, ha encontrado entre sus causas principales la libertad absoluta para actuar, enmarcada en un neoliberalismo que le deja la opción de decidir a las fuerzas del mercado, pensando que esta lógica tarde que temprano beneficiaría a toda la población.
Misma lógica que se ha seguido en la globalización, en donde las grandes empresas multinacionales en ausencia de una regulación, actúan a discreción en cuanto al manejo de los recursos naturales y en la forma de administrar al personal.
En ambos casos, se señala que la falta de regulaciones supranacionales han sido un aspecto básico que se ha dejado a una autorregulación, algo que no se ha dado de manera general, o bien se considera también que entidades internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, han estado bajo una doctrina neoliberalista dictada por los grandes países.
Ante esta situación, Joseph Stiglitz premio Nóbel de Economía, en su libro “Cómo hacer que funcione la globalización”, menciona de forma específica que la Responsabilidad Social puede ser esa supra-regulación que controle la forma de operar de las empresas, de manera explícita recuerda el caso de Nike, o el de la petrolera Shell en Nigeria.
Agrega que el movimiento de la Responsabilidad Social ha contribuido a cambiar la mentalidad de muchas corporaciones y de las personas que trabajan en ellas.
Agrega que en la medida en que haya más empresas multinacionales que estén laborando bajo el concepto de Responsabilidad Social, ellas mismas van a presionar para que existan leyes locales en los países donde operen para la protección al medio ambiente o refuercen sus códigos de conducta para con su personal y proveedores.
O también puede suceder que ante la falta de dichas leyes locales, las propias empresas obliguen a sus eventuales proveedores a trabajar bajo el concepto de Responsabilidad Social.
De esta forma, el propio sector empresarial estaría funcionando como ente regulador a escala mundial, y en alguna forma presionar inclusive, a los gobiernos para establecer legislaciones acordes a la sustentabilidad y la Responsabilidad Social.
Algo así ya está sucediendo desde hace algunos años con las Normas ISO, las cuales son imprescindibles para cualquier empresa que quiera participar en el plano internacional, siendo ya prácticamente una regulación que abarca todo el planeta sin haber pasado por las legislaciones locales.
Bajo este modelo no es descabellado pensar que la Responsabilidad Social puede funcionar en la misma forma, convirtiéndose en ese ente regulador, que además de contribuir a su mayor difusión y aplicación, permita lograr un crecimiento y desarrollo más equitativo a escala mundial a través de las propias empresas, y generar así una globalización que sea en beneficio de toda la sociedad.
Y no creo que sea una quimera, ya lo apunta el mencionado Stiglitz, así como directivos de sindicatos europeos. Por lo que es posible pensar en su realidad en un futuro cercano.
Seguiremos platicando ….
Empresa: Una Institución Social encargada del Desarrollo Humano, a través de la Inversión y el Trabajo
La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las
30 de marzo de 2009
16 de marzo de 2009
La Responsabilidad Social, factor de sobrevivencia
Aquellas empresas que no tengan a la Responsabilidad Social como parte central de su negocio, no sobrevivirán. Es el mensaje definitivo que señala Simon Zadek, director ejecutivo de AccountAbility, institución internacional que promueve la responsabilidad para el desarrollo sustentable.
Como primer ejemplo de ello es el caso de Lehman Brothers en donde sus directivos se centraron en el corto plazo y en sus incentivos personales. Otros casos son los de Ford y General Motors, que vendieron autos que consumen mucha gasolina y sin cuidar el ambiente, obtuvieron grandes ganancias, pero eso mismo ahora es lo que le están generando problemas.
En una plática que diera recientemente, mencionó que Estados Unidos y algo en Europa, los denominados CEO´s o directores generales de las empresas, están por lo general tres años ocupado ese puesto, y por otro lado, el inversionista que compra acciones de alguna empresa, mantiene la acción a veces solo en minutos, por lo que su interés está en el corto plazo y en consecuencia, ambos, no tienen el incentivo de cuidar a la empresa en el largo plazo y mucho menos la sustentabilidad del planeta, ya que las inversiones son devueltas con sus ganancias en menos de un año, aún sabiendo que dichas inversiones realizadas no eran sustentables.
Por otra parte, Simon Zadek menciona que existen tres niveles de involucramiento con la sustentabilidad:
El primero es una respuesta de corto plazo a necesidades inmediatas, se atiende algo porque es un riesgo pero no está integrado al funcionamiento del negocio.
En el segundo, comienzan a tratarse las cuestiones de Responsabilidad Social de un modo más sistemático.
Y en el tercer nivel, se habla de alineación estratégica y de colaboración entre sectores, organizaciones y gobiernos.
Desde su perspectiva, el director general de AccountAbility considera que la gran mayoría de las empresas están en el primer nivel y segundo nivel, y unas cuantas están pasando al tercero.
De las empresas con más desarrollo o que están rumbo al tercer nivel están por ejemplo Coca Cola en el uso y manejo del agua, y General Electric con su programa Ecoimagination para generar nuevas tecnologías; ambas están trabajando con otros sectores para lograr sus objetivos, por lo que la colaboración es un factor clave en el futuro, ya sea con Organizaciones no gubernamentales (ONG´s) y también con gobiernos.
Agrega también el directivo que las empresas más concientes de su Responsabilidad Social, son aquellas que tiene contacto con el público (y no las de negocios entre empresas), y las que están en proceso de globalización, porque es la forma como podrán tener más acceso a diferentes mercados.
Considera además que se necesitan desarrollar mercados que recompensen a las empresas por hacer lo correcto, y también gobiernos que sean consistentes con las necesidades de la gente que representan, generando además normas consistentes con la sustentabilidad.
Finalmente, en relación a la crisis financiera actual Simon Zadek piensa que el desarrollo de la sustentabilidad en las empresas, se verá afectada solo en aquellas que lo manejan superficialmente, en cambio en las que la han integrado a su negocio continuarán realizándola, y verán ganancias y ahorros cuando comiencen a ver resultados.
Todos estos argumentos mencionados son una clara evidencia que estamos entrando en una nueva etapa del desarrollo de la Responsabilidad Social, y los mercados están generando una mayor conciencia de su importancia e impacto.
Seguiremos platicando …
Como primer ejemplo de ello es el caso de Lehman Brothers en donde sus directivos se centraron en el corto plazo y en sus incentivos personales. Otros casos son los de Ford y General Motors, que vendieron autos que consumen mucha gasolina y sin cuidar el ambiente, obtuvieron grandes ganancias, pero eso mismo ahora es lo que le están generando problemas.
En una plática que diera recientemente, mencionó que Estados Unidos y algo en Europa, los denominados CEO´s o directores generales de las empresas, están por lo general tres años ocupado ese puesto, y por otro lado, el inversionista que compra acciones de alguna empresa, mantiene la acción a veces solo en minutos, por lo que su interés está en el corto plazo y en consecuencia, ambos, no tienen el incentivo de cuidar a la empresa en el largo plazo y mucho menos la sustentabilidad del planeta, ya que las inversiones son devueltas con sus ganancias en menos de un año, aún sabiendo que dichas inversiones realizadas no eran sustentables.
Por otra parte, Simon Zadek menciona que existen tres niveles de involucramiento con la sustentabilidad:
El primero es una respuesta de corto plazo a necesidades inmediatas, se atiende algo porque es un riesgo pero no está integrado al funcionamiento del negocio.
En el segundo, comienzan a tratarse las cuestiones de Responsabilidad Social de un modo más sistemático.
Y en el tercer nivel, se habla de alineación estratégica y de colaboración entre sectores, organizaciones y gobiernos.
Desde su perspectiva, el director general de AccountAbility considera que la gran mayoría de las empresas están en el primer nivel y segundo nivel, y unas cuantas están pasando al tercero.
De las empresas con más desarrollo o que están rumbo al tercer nivel están por ejemplo Coca Cola en el uso y manejo del agua, y General Electric con su programa Ecoimagination para generar nuevas tecnologías; ambas están trabajando con otros sectores para lograr sus objetivos, por lo que la colaboración es un factor clave en el futuro, ya sea con Organizaciones no gubernamentales (ONG´s) y también con gobiernos.
Agrega también el directivo que las empresas más concientes de su Responsabilidad Social, son aquellas que tiene contacto con el público (y no las de negocios entre empresas), y las que están en proceso de globalización, porque es la forma como podrán tener más acceso a diferentes mercados.
Considera además que se necesitan desarrollar mercados que recompensen a las empresas por hacer lo correcto, y también gobiernos que sean consistentes con las necesidades de la gente que representan, generando además normas consistentes con la sustentabilidad.
Finalmente, en relación a la crisis financiera actual Simon Zadek piensa que el desarrollo de la sustentabilidad en las empresas, se verá afectada solo en aquellas que lo manejan superficialmente, en cambio en las que la han integrado a su negocio continuarán realizándola, y verán ganancias y ahorros cuando comiencen a ver resultados.
Todos estos argumentos mencionados son una clara evidencia que estamos entrando en una nueva etapa del desarrollo de la Responsabilidad Social, y los mercados están generando una mayor conciencia de su importancia e impacto.
Seguiremos platicando …
9 de marzo de 2009
Las utilidades y el beneficio social no están reñidos
Con esto de la crisis financiera, son muchos los cuestionamientos o inquietudes que han venido surgiendo, y una de ellos es el relativo al destino y monto de las utilidades de las empresas.
Una de las causas que se manejan que propiciaron la actual situación financiera, fue la búsqueda de incrementar las utilidades lo más posible, de la manera más rápida y manejando un elevado riesgo, calificando de audaz a quienes incursionaban en este esquema.
Dejando la cautela y la visión de largo plazo a quienes fueron considerados de timoratos, por no seguir el otro camino.
Sin embargo, como consecuencia de la problemática actual, algunos han comenzado a preguntarse: ¿existe un límite en ese afán de incrementar de manera consistente esas ganancias, sin considerar en una verdadera dimensión los riesgos para obtenerla?
Y por otro lado, surgen otras preguntas: ¿las utilidades son un fin o un medio para la empresa? Y también: ¿Para quién son las utilidades?
El comentario lo hago en función de lo mencionado en un artículo previo sobre los conceptos del Profesor Yunus, en cuanto al manejo de los recursos monetarios de las empresas, quien considera que las utilidades deben de ser reinvertidas para mejorar o innovar los bienes o servicios elaborados, con la intención de atender mejor las necesidades de la sociedad.
Esto me parece que implica un cambio en el concepto tradicional de una empresa, y se adecua a un verdadero sentido de la Responsabilidad Social Empresarial en el más amplio de los sentidos.
Tal vez ese paradigma de buscar el lucro en forma desmedida que ha venido imperando desde hace tiempo, fue el que propició esta fuerte crisis financiera actual, y que ahora es necesario revisarlo y cambiarlo.
Aquí el cambio de paradigma pudiera ser, siguiendo la idea del Profesor Yunus, el considerar a los dueños o socios también como empleados de la misma empresa, y recompensar al inversionista que está dispuesto a poner parte de su dinero en ella, en función de ofrecer un bien o servicio requerido por la sociedad, y no por medio de la especulación en el ámbito financiero en donde se realiza un juego suma cero, donde solamente unos cuantos ganan a costa de la misma empresa y del mercado en general.
El mismo Grameen Bank a través de su esquema de microfinanciamientos, y el Triodos Bank dedicado a inversiones ecológicas y sociales, son ejemplos vivos que este modelo funciona, y que no se vieron afectados por la crisis como muchos bancos en el mundo.
Siendo optimista, es posible que estemos entrando a una nueva era, en donde el financiamiento no se convierta en un elemento meramente especulativo, y la empresa sea esa institución al servicio del hombre.
Son muchas las lecciones que está dejando esta crisis, y creo que vale la pena considerarlas en beneficio de las empresas, los gobiernos, los mercados, los inversionistas, y los consumidores; tomando en cuenta que todos tienen una responsabilidad social que cumplir.
Seguiremos platicando ….
Una de las causas que se manejan que propiciaron la actual situación financiera, fue la búsqueda de incrementar las utilidades lo más posible, de la manera más rápida y manejando un elevado riesgo, calificando de audaz a quienes incursionaban en este esquema.
Dejando la cautela y la visión de largo plazo a quienes fueron considerados de timoratos, por no seguir el otro camino.
Sin embargo, como consecuencia de la problemática actual, algunos han comenzado a preguntarse: ¿existe un límite en ese afán de incrementar de manera consistente esas ganancias, sin considerar en una verdadera dimensión los riesgos para obtenerla?
Y por otro lado, surgen otras preguntas: ¿las utilidades son un fin o un medio para la empresa? Y también: ¿Para quién son las utilidades?
El comentario lo hago en función de lo mencionado en un artículo previo sobre los conceptos del Profesor Yunus, en cuanto al manejo de los recursos monetarios de las empresas, quien considera que las utilidades deben de ser reinvertidas para mejorar o innovar los bienes o servicios elaborados, con la intención de atender mejor las necesidades de la sociedad.
Esto me parece que implica un cambio en el concepto tradicional de una empresa, y se adecua a un verdadero sentido de la Responsabilidad Social Empresarial en el más amplio de los sentidos.
Tal vez ese paradigma de buscar el lucro en forma desmedida que ha venido imperando desde hace tiempo, fue el que propició esta fuerte crisis financiera actual, y que ahora es necesario revisarlo y cambiarlo.
Aquí el cambio de paradigma pudiera ser, siguiendo la idea del Profesor Yunus, el considerar a los dueños o socios también como empleados de la misma empresa, y recompensar al inversionista que está dispuesto a poner parte de su dinero en ella, en función de ofrecer un bien o servicio requerido por la sociedad, y no por medio de la especulación en el ámbito financiero en donde se realiza un juego suma cero, donde solamente unos cuantos ganan a costa de la misma empresa y del mercado en general.
El mismo Grameen Bank a través de su esquema de microfinanciamientos, y el Triodos Bank dedicado a inversiones ecológicas y sociales, son ejemplos vivos que este modelo funciona, y que no se vieron afectados por la crisis como muchos bancos en el mundo.
Siendo optimista, es posible que estemos entrando a una nueva era, en donde el financiamiento no se convierta en un elemento meramente especulativo, y la empresa sea esa institución al servicio del hombre.
Son muchas las lecciones que está dejando esta crisis, y creo que vale la pena considerarlas en beneficio de las empresas, los gobiernos, los mercados, los inversionistas, y los consumidores; tomando en cuenta que todos tienen una responsabilidad social que cumplir.
Seguiremos platicando ….
2 de marzo de 2009
Modelo de negocio para beneficio de toda la sociedad
No se debe salir de la actual crisis para continuar con el modelo que la creo, sino debe ser bajo un modelo diferente para que este tipo de sucesos no vuelvan a repetirse; este fue el mensaje que dijo en la pasada reunión en Davos, el profesor Muhammad Yunus, al considerar que la marcada mentalidad utilitarista y de corto plazo vigente de los pasados 20 años, fueron los factores principales que han causado la graves situación actual.
Quien ganara el Premio Nóbel de la Paz en 2006 por su labor de apoyar a los pobres, a través de los llamados microcréditos por medio del Grameen Bank fundado por él mismo, ha desarrollado al menos en las pasadas dos décadas un concepto de Responsabilidad Social que considero va más allá de lo que ahora vemos aplicado en muchas empresas; con esto no pretendo descalificar la labor realizada por muchas empresas tanto en México como en el mundo, sino más bien el comentar este interesante modelo.
El profesor ha señalado en sus más recientes declaraciones, que el esquema imperante en las empresas al menos durante los últimos años, ha sido un desenfreno en la búsqueda de las utilidades, viendo a la misma empresa como una máquina para hacer dinero de una forma rápida y digamos que fácil. Sin embargo, en la administración del banco y en los proyectos que maneja, se opera con un esquema diferente.
Como una parte que considero fundamental de su modelo, Yunus señala que la base para la creación de una empresa o negocio, es para ofrecer un servicio que es necesario para la sociedad en general y no para ganar dinero con fines de lucro, luego entonces, el propósito no es obtener ganancias para el dueño de la empresa, sino utilizar el dinero obtenido para mejorar el servicio otorgado, o buscar otros proyectos para satisfacer otras necesidades.
Por lo anterior, cualquier organización es un instrumento o medio para beneficio de la sociedad, y no tiene un fin utilitario para sus dueños; siendo esta última la concepción convencional que se ha manejado. Como ejemplo de esta forma de trabajar, el Profesor es solamente directivo del Banco por él fundado, y los dueños vienen siendo los mismos ahorradores y/o inversionistas que participan en la institución.
Creo que con esta idea mencionada se dicen muchas cosas que van por un camino muy diferente al que se ha seguido tradicionalmente por la mayor parte de las organizaciones.
Agrega el Profesor Yunus que el banco opera como cualquier otro, con la diferencia de dar microcréditos a tasas moderadas, y ofreciendo por otro lado rendimientos a sus ahorradores que pueden calificarse que están dentro de mercado.
Estos planteamientos muestran a las claras que cualquier negocio puede operar con este modelo, y no significa ir en contra de las reglas del mercado. Y más aún, los resultados alcanzados por el Grameen Bank en al menos las pasadas dos décadas, muestra que no se trata de un modelo teórico o académico, sino totalmente puesto en práctica y operando en todo el mundo.
Para concluir, creo que esta es la ruta que puede marcar la diferencia en este siglo XXI, un modelo de negocio para beneficio de toda la sociedad.
Seguiremos platicando …
Quien ganara el Premio Nóbel de la Paz en 2006 por su labor de apoyar a los pobres, a través de los llamados microcréditos por medio del Grameen Bank fundado por él mismo, ha desarrollado al menos en las pasadas dos décadas un concepto de Responsabilidad Social que considero va más allá de lo que ahora vemos aplicado en muchas empresas; con esto no pretendo descalificar la labor realizada por muchas empresas tanto en México como en el mundo, sino más bien el comentar este interesante modelo.
El profesor ha señalado en sus más recientes declaraciones, que el esquema imperante en las empresas al menos durante los últimos años, ha sido un desenfreno en la búsqueda de las utilidades, viendo a la misma empresa como una máquina para hacer dinero de una forma rápida y digamos que fácil. Sin embargo, en la administración del banco y en los proyectos que maneja, se opera con un esquema diferente.
Como una parte que considero fundamental de su modelo, Yunus señala que la base para la creación de una empresa o negocio, es para ofrecer un servicio que es necesario para la sociedad en general y no para ganar dinero con fines de lucro, luego entonces, el propósito no es obtener ganancias para el dueño de la empresa, sino utilizar el dinero obtenido para mejorar el servicio otorgado, o buscar otros proyectos para satisfacer otras necesidades.
Por lo anterior, cualquier organización es un instrumento o medio para beneficio de la sociedad, y no tiene un fin utilitario para sus dueños; siendo esta última la concepción convencional que se ha manejado. Como ejemplo de esta forma de trabajar, el Profesor es solamente directivo del Banco por él fundado, y los dueños vienen siendo los mismos ahorradores y/o inversionistas que participan en la institución.
Creo que con esta idea mencionada se dicen muchas cosas que van por un camino muy diferente al que se ha seguido tradicionalmente por la mayor parte de las organizaciones.
Agrega el Profesor Yunus que el banco opera como cualquier otro, con la diferencia de dar microcréditos a tasas moderadas, y ofreciendo por otro lado rendimientos a sus ahorradores que pueden calificarse que están dentro de mercado.
Estos planteamientos muestran a las claras que cualquier negocio puede operar con este modelo, y no significa ir en contra de las reglas del mercado. Y más aún, los resultados alcanzados por el Grameen Bank en al menos las pasadas dos décadas, muestra que no se trata de un modelo teórico o académico, sino totalmente puesto en práctica y operando en todo el mundo.
Para concluir, creo que esta es la ruta que puede marcar la diferencia en este siglo XXI, un modelo de negocio para beneficio de toda la sociedad.
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