Tal vez uno de los aspectos básicos de la responsabilidad
social es todo lo relacionado a la cultura, pero viéndola esta dentro de la
propia organización y su puesta en práctica en su cotidianeidad interna, lo que
de alguna forma se proyecta con sus proveedores, clientes y en general con su
entorno.
Y un aspecto específico al que me refiero en esta ocasión es
lo relacionado a lo que se habla y cómo se habla de las actividades y las
personas; concretamente el rumor, un “deporte” que se convierte en algo
cotidiano y hasta normal como una parte de las actividades laborales.
De acuerdo al diccionario, un rumor es una información
cuya veracidad está en duda o no puede corroborarse. En otras
palabras, es algo que se dice de algo o de una persona, soportado
principalmente por la expresión “dicen …”, y con ello darle cierto grado de
veracidad, y mientras más personas “lo dicen”, adquiere rasgos de mayor
veracidad, en otras palabras, si son “muchos quienes lo dicen”, entonces es muy
posible que sea cierto.
Esto dicho que si bien puede anotarse en el anecdotario e
inclusive como algo lúdico, puede ser parte de una forma de ser dentro de una
organización, siendo más importante lo que se habla y se comunica en “radio
pasillo”, generando un ambiente estresante y perspicaz (capacidad de
descubrir cosas que están ocultas o de comprender situaciones que, en
principio, parecen muy confusas), entre todo el personal, y por lo tanto darle
poca credibilidad a lo que se dice oficialmente por parte de los directivos de
la organización.
Si bien la existencia del rumor puede ser algo inherente a
la naturaleza humana, no lo sé, lo cierto es que su “crecimiento y desarrollo”,
es fomentado por los propios seres humanos dentro de una organización, la cual
permite que se generen y se propaguen comentarios que no tienen fundamentos
claros y se basan en suposiciones o bien, por algún suceso acaecido en el
pasado.
Tanto el que escribe como alguien más, seguramente le ha
tocado laborar en alguna organización donde el rumor está a la orden del día,
generando con ello un ambiente laboral muy pesado, en donde no se sabe a quién
creerle, a la información oficial o lo que se dice entre los compañeros que
dicen tener datos fidedignos sobre la misma situación; y esta duda crece más
cuando se tiene algún antecedente que permite darle cabida a lo que se menciona
en el “radio pasillo” antes mencionado.
Un ejemplo concreto es cuando “parece” que la situación de
la empresa en el mercado está difícil y se empieza a generar el rumor que habrá
recortes de personal, el quienes y cuándo provoca inclusive la generación de
apuestas siendo así el tema durante muchos días, y la dirección de la empresa
que conoce la existencia de dicho rumor, poco o nada hace para evitarlo o bien
al menos reducirlo, diciendo realmente lo que se está pensando hacer en
relación al momento que está viviendo la empresa.
En este caso como en muchos otros, es cuando se requiere que
la directiva tome una actitud socialmente responsable con su personal, buscando
cerrar los espacios de vacío de información que permiten la creación y difusión
de los rumores, y para ello creo, es necesario fomentar una cultura en la cual
la comunicación descendente sea clara, continua y primordialmente veraz, que
inhiba la generación de rumores.
Seguiremos platicando ….
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