Tal vez uno de los aspectos que mucho ha servido para el
desarrollo de las redes sociales, del cual se habla poco de ello de manera
expresa y clara es la colaboración.
Esta acción, que según el diccionario se refiere al hecho de
trabajar en conjunto con otra u otras personas para realizar una
obra, me atrevo a decir que es un elemento clave en la ya plena globalización
en la que nos encontramos, tanto en los aspectos de negocios, comerciales y
claro está, también en los sociales.
En abundancia de lo anterior, Thomas Friedman en su libro
titulado “La Tierra es Plana”, menciona claramente que una de las fuerzas que
ha venido “aplanando al planeta (obviamente en sentido figurado), es la
colaboración; y esta se ha venido reforzando por los avances en materia de
internet, visto esto desde el punto de vista de negocios primordialmente según
su tesis del libro mencionado.
Pero estos nuevos modelos de negocios que se han venido
gestando hasta ahora y seguramente otros más que se crearán en el futuro,
tienen como base ese trabajo en conjunto; consideremos al menos por un momento
que los avances tecnológicos por sí solos no tienen ningún sentido si no tiene
la acción humana de por medio, y esa acción humana pretende el trabajar de
manera conjunta, y para hacerlo se cuenta de principio aunque sea en forma
tácita con la colaboración de la o las contrapartes.
A lo anterior podemos añadir los temas de “crowdsourcing y crowdfunding”,·en los cuales su
principal características es ese trabajo colaborativo o en conjunto, para el
logro de algún objetivo en específico.
A manera de reflexión, y con el antecedente de venir de una cultura preponderantemente
individualista tanto en el ámbito personal o empresarial, estos nuevos modelos
de negocios en conjunto con las estrictamente llamadas redes sociales, han
venido propiciando el que tanto las empresas como personas busquen alcanzar
metas que tengan beneficios para todos los involucrados, ya sean estos
monetarios o emocionales y porqué no, tal vez hasta sentimentales.
Hay que considerar que si bien la colaboración siempre ha
existido en todas sus formas, el “acercamiento” virtual de personas y empresas
que ha propiciado el internet mediante al menos por las modalidades antes
mencionadas, ha propiciado su notable aumento, siendo posiblemente ya ahora un
aspecto clave en todas las interacciones que se realicen por la llamada red de
redes.
Y en esta mencionada interacción es cuando la
responsabilidad social adquiere una mayor relevancia, que se presenta o
manifiesta aunque sea en forma tácita a través de la confianza. El hecho de
poder realizar un negocio o transacción comercial con alguien que se encuentra
lejos del lugar de residencia, o poner en práctica el crowdsourcing para el
desarrollo de un producto o servicio, requiere necesariamente de ella.
Por ello, me atrevo a señalar que en esta nueva era eminentemente
tecnológica, la responsabilidad social, considerando en esto por supuesto a la
ética, es cuando es más necesaria su aplicación y poderla ejercer de una forma
plena.
La tecnología si bien nos puede unir más de manera virtual, de nada
servirá si no existe la ética como elemento clave de cohesión, unión y con ello
darse la colaboración.
Seguiremos platicando ….
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