Aunque pueda sonar raro, creo que la solidaridad puede
generarse al hacerse negocios, conceptos que no necesariamente deben estar
reñidos o ser antagónicos.
Creo que existe en el ambiente empresarial, al menos en mi
país, la idea de que hacer negocios significa de alguna forma el jugar el
llamado “juego suma-cero”, es decir, gano o pierdo todo. Y por lo tanto los
participantes en cualquier negociación siempre buscan la manera de cuidarse del
otro y al mismo tiempo tratar de llevarse todo a su favor.
Ambas partes no alcanzan a comprender plenamente que en una
relación comercial que afín de cuentas es una relación social, se trata de que
ambas partes ganen en la transacción, generando con ello una solidaridad que se
puede convertir en una sociedad, que implica una solidaridad en la que juntos
ambas partes obtienen una ganancia.
Lo anterior lo comento por un suceso que me tocó presenciar
hace poco, y creo que es muy común desafortunadamente. El caso es que una
persona renta un local comercial a un precio determinado, en una edificación en
la que los locales estaban desocupados por más de seis meses.
Al poco tiempo de haber empezado el alquiler, el negocio
instalado empieza con éxito, por lo cual el inquilino renta un local contiguo
para ampliarlo. A los seis meses de dicha ampliación y el negocio avanzando
prósperamente, el dueño de los locales pretende aumentar un 60% el valor de la
renta por ambos locales.
Ante esta actitud, el inquilino se ve impedido de poder aceptar
el incremento planteado, por lo que se ve en la necesidad de desocupar ambos
locales. Por lo que la edificación vuelve ahora a encontrarse vacía.
Reconozco que no conozco al dueño de dicha edificación, pero
por los comentarios del ahora ex-inquilino, parece que el propietario quería
también participar de la prosperidad del negocio instalado y por ello cobrar
una mayor renta. Y es en este aspecto cuando hago mención de la solidaridad y del
verdadero valor de hacer negocio.
¿Qué ha sucedido? Unos locales que estuvieron desocupados
mucho tiempo logran alquilarse dos ellos en un lapso corto y con estabilidad,
pero con el pretendido aumento ahora están nuevamente desocupados.
Ahí pudo haberse realizado un buen negocio generando una
relación ganar-ganar, pero se buscó un juego suma-cero y finalmente ambas partes
perdieron.
¿Por qué el dueño de los locales no se percató que si el
negocio alquilado estaba funcionando tenía una renta segura y que probablemente
esto ayudaría a que sus otros locales también se rentarán? ¿Es un exceso de
ambición y no querer compartir ganancias?
Uno tiene el local, el otro tiene un giro comercial que
aprovecha el local. ¿Por qué no trabajar juntos y beneficiarse, trabajar como
socios en forma solidaria.
Reconozco que no tengo respuestas, pero si planteo la
situación en la que percibo un fuerte egoísmo en donde no se busca una relación
socio-comercial positiva y pareja, sino de preponderancia de uno sobre otro.
Seguiremos platicando …
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