Es necesario generar una conciencia social y responsable en
las generaciones de niños y jóvenes, para que esta sirva de vehículo para
desarrollar la Responsabilidad Social Empresarial de manera plena en las
organizaciones y en el ámbito de los negocios.
Si bien es muy válido y loable lo que ya muchas empresas
están haciendo en este aspecto en su ámbito local, nacional e internacional
inclusive, todavía desafortunadamente son pocas en relación al universo total,
teniendo que actuar como especímenes raros por estar inmersas en un ambiente
que todavía no le interesa tener una actuación socialmente responsable.
En perspectiva es impresionante el observar que el modelo
mercantilista e individualista que se gestó hace aproximadamente 150 años,
todavía sigue en plena vigencia; si bien esto se da en diversas modalidades se
sigue considerando como el modelo paradigmático tanto en el aspecto social como
comercial.
Tecnológicamente es evidente que el mundo ha cambiado
radicalmente en el siglo y medio antes señalado, algo que a todas luces es
positivo, sin embargo en el plano social los señalamientos morales y sociales
de Adam Smith y Carlos Marx siguen plenamente vigentes
En lo que va de este siglo XXI, la Responsabilidad Social se
sigue viendo como una novedad y buscando abrirse paso de manera forzada en un
ambiente que le es hostil que en el mejor de los casos es vista como una
quimera, un “lindo sueño” que como tal es irrealizable
Modelos de negocios como el de Yunus por ejemplo son
desafortunadamente vistos como casos aislados y por lo tanto difíciles de
replicar. Igual sucede con los distintos pronunciamientos de Amartya Sen, que
busca el utilizar la economía como un medio para mejorar el nivel de vida de la
población, y no como un fin para el enriquecimiento de unos cuantos.
Es por estas razones que señalo lo mencionado en el inicio,
el empezar a educar a los niños y jóvenes en la Responsabilidad Social, el
inculcarles que viven en sociedad y que son ya responsables desde su temprana
edad de la sociedad en general en la que viven. Pero no ver dicha
responsabilidad como una penalidad, condena o un “pecado original”, sino como
una oportunidad de lograr una convivencia sana con el resto de las personas.
En la medida que vaya permeando en las generaciones de
jóvenes esta mentalidad responsable, se empezará a ver como algo normal,
llegando así al mundo de las empresas y los negocios.
Lo anterior es plenamente posible. Cualquier conocedor de la
historia sabe que en la llamada “edad media” las poblaciones vivían en
comunidades teniendo lo que ahora se llama una conciencia social, pero el
cambio de mentalidad se dio plenamente hace 200 años, por ello surgieron
personajes como el antes citado Adam Smith, que como profesor de ética que era,
se percató del surgimiento de un individualismo que ha imperado de manera
contundente hasta ahora.
Con una educación socialmente responsable y con el arribo
desde hace unos pocos años de las llamadas redes sociales gracias a los avances
tecnológicos, es posible ser algo optimistas. Generar a manera de virus en
dichas redes, una epidemia de la importancia de ser conscientes de la
responsabilidad social, la cual existe sencillamente porque se vive en sociedad,
algo de lo que nadie puede sustraerse, y que es benéfico y positivo para todos.
De no lograrse un cambio de paradigma, la Responsabilidad
Social Empresarial todavía tiene un largo camino por recorrer para poder
convertirse en un modelo gestión común y no por excepción como sigue siendo
hasta ahora.
Seguiremos platicando …
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