Los acontecimientos de las últimas semanas en relación a la situación financiera de España, Italia y Grecia principalmente, han mostrado de manera muy evidente el poder que tienen los mercados en la actualidad, los cuales de alguna manera, ya sea de manera directa o indirecta, deciden el comportamiento y las acciones de los gobiernos.
Estos mercados, que como se mencionó en una colaboración anterior se han convertido en la entidad etérea “sagrada” que tiene la suficiente sabiduría para darle a cada quien lo que le corresponde, ya han decidido el presente y futuro de las sociedades de los países antes mencionados
Pero estos mercados que al menos en los pasados veinte años han invocado y logrado la desregulación por considerarse autosuficientes y auto regulados, son en realidad oligarquías que mediante su poder monetario se dedican a dirigir y regular el mundo financiero con propósitos meramente especulativos.
Para ellas el rentismo al grado de usura se ha convertido en su único y principal fin, y consideran a los estados nacionales y sus gobiernos como solamente agentes financieros que participan en el mercado mundial. Cuando en realidad estos gobiernos lo que buscan es una fuente de financiamiento que les ayude a sus objetivos sociales.
Esta situación ha convertido a los países en general en actores que sirven a los intereses de quienes son dueños del dinero, tergiversando en forma total la verdadera función que tienen los gobiernos y el mercado financiero en su sentido básico.
Lo anterior ha provocado que los estados hayan de alguna forma dejado de atender adecuadamente las que se consideran sus responsabilidades esenciales, como impartición de justicia, seguridad, defensa nacional, proveer servicios básicos (educación, salud) e infraestructura básica. Por lo que, al decirlo de otra manera, los gobiernos han dejado de atender debidamente su principal responsabilidad, su Responsabilidad Social (así con mayúsculas), por obedecer las exigencias y castigos de los mercados porque parece que se han sobre endeudado.
Y digo que parece porque ese exceso de deuda fue propiciado precisamente por esos mercados que facilitaron ese dinero que ahora piden de regreso con elevadas tasas de interés, sin tomar en cuenta el costo social para los habitantes de dichos países.
El panorama mencionado en conjunto, nos muestra un mundo en el que las oligarquías controlan a los estados; y estos solamente le sirven a ellos; por lo anterior es necesario redimensionar y redefinir las funciones básicas de los estados y que los mercados sean un medio para el bienestar económico de la sociedad.
Los estados tienen que cumplir cabalmente su responsabilidad social, lo cual implica que cumplan sus funciones básicas pero sin endeudarse de manera excesiva; pero no porque los mercados lo exijan, sino por ser una obligación ética en cuanto a su comportamiento.
Todo lo anterior que pueden solamente palabras, son precisamente las principales causas que han provocado la gran crisis financiera que se comenzara a presentar desde el 2007, y no terminará hasta que se redefinan las reglas del juego, y entre ellas, las funciones básicas y responsabilidades de los gobiernos y redimensionar los mercados, viendo a estos últimos como lo que son meros instrumentos, y que no sean controlados por unos cuantos como ha sido hasta ahora.
Seguiremos platicando …
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