A propósito de la crisis financiera, escuchaba la explicación de un profesor de economía de una universidad estadounidense que no justificaba la intervención del gobierno para ayudar a las empresas y bancos quebrados, ya que según su tesis, la situación actual de las bolsas es una clara muestra de que el mercado está castigando o desconfiando de las empresas, pero no porque haya fallado el mercado por sí mismo, por el contrario, es una evidencia de que funciona correctamente, y la solución tiene que buscarse en otro lado.
Este argumento expresado por dicho profesor se me hizo por demás interesante, ya que si el planteamiento es correcto, la crisis actual tiene su origen en quienes se aprovecharon del mercado, utilizándolo para su beneficio propio emitiendo bonos que no tenían un verdadero respaldo, en otras palabras, esos bonos eran solamente “papeles” sin una verdadera garantía; y eso creo que se llama robo o fraude para ser más específicos.
Ese origen viene desde quienes otorgaron las hipotecas sin ningún soporte, y luego las empaquetaron para ofrecer bonos con elevados rendimientos, que al final por carecer del soporte original, se cayeron como frágiles castillos de naipes.
Creo que “mucha de la polvareda” levantada acusando al mercado de la crisis, al despejarse empieza a mostrar de manera evidente que la “mano invisible” no fue la culpable como mucho se señala, sino más bien fueron “manos muy claramente visibles”, quienes sin ninguna consideración ética pensaron en ganar mucho dinero en el corto plazo.
Y me atrevo asegurar que dichas manos visibles no actuaron con ingenuidad, sino más bien con toda la astucia de quien conoce la forma como opera el mercado, que en su esencia parte de la confianza entre los actores participantes en la oferta y la demanda, intentando estas manos obtener grandes ganancias aprovechándose de dicha confianza.
Luego entonces, las grandes sumas que se manejan para rescatar al sistema financiero a escala mundial, no serán suficientes si la desconfianza sigue imperando entre quienes participan en el mercado; un claro ejemplo de esto es la inmensa cantidad de dólares que ha comprometido el gobierno estadounidense en los pasados 45 días para resarcir las pérdidas registradas, y sin embargo, todavía el pasado lunes primero de diciembre la Bolsa de Estados Unidos registró una pérdida de más del siete por ciento, marcando otra sesión tristemente memorable en la historia de este indicador.
En este caso no creo que la pregunta adecuada sea; ¿cuánto dinero se necesita para recuperar la confianza perdida? Y esto lleva entonces a otra pregunta ¿la confianza y la honestidad tienen un valor monetario?
Tal vez la pregunta más adecuada sería: ¿QUE REALMENTE SE NECESITA QUE NO SEA DINERO PARA RECUPERAR LA CONFIANZA?
Mucho se habla de poner más controles y de que exista el riesgo de una sobre regulación y es posible que así sea; pero en todo caso, quien actúa en forma deshonesta siempre buscará la forma de evadir legal o ilegalmente todos los controles, por lo que en todo caso, estos nuevos controles o una mejor supervisión pueden servir para que el presunto defraudador le piense dos veces antes de querer hacer algo indebido.
A final de cuentas la ETICA, así en mayúsculas, es la que marca el comportamiento del Mercado, y este momento actual de crisis, puede ser el gran momento para reevaluar su papel y generar una verdadera y sólida Responsabilidad Social entre quienes participan en este cuestionado Mercado.
Seguiremos platicando …
Empresa: Una Institución Social encargada del Desarrollo Humano, a través de la Inversión y el Trabajo
La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario