Dentro de los temas que se manejan en el ámbito de la Responsabilidad Social, existe uno que muy poco he podido encontrar, al menos en forma explícita, y me refiero al de las relaciones laborales; y que considero sin exagerar es de vital importancia.
Al menos en México, y creo que en otras partes de Latinoamérica, el término se aplica únicamente a la relación entre sindicato y empresa, como si fuera algo exclusivo sin embargo, es posible considerar que el término es mucha más amplio en su aplicación.
La relación laboral como se maneja o considera en el aspecto legislativo se aplica, aunque suene redundante, en la relación de trabajo de un empleado o trabajador con la empresa (o patrón o empleador como lo refieren algunas legislaciones en la materia); una relación que se ha manejado prácticamente en el ámbito económico, considerando a los actores participantes como entes exclusivamente económicos.
Además, hablando del mencionado patrón o empleador como una entidad etérea, y del empleado como alguien subordinado a las obligaciones adquiridas al emplearse; y si bien esta relación en su vigencia se encuadra en un ámbito laboral o de trabajo, se va convirtiendo paulatinamente de alguna manera en una relación social.
Y digo una relación social porque finalmente se trata de una relación entre dos personas: empleado y empleador, o más concretamente entre alguien que es llamado jefe o supervisor, y el empleado, operador, trabajador; o como le llaman en unas empresas, el asociado; pero al margen del nombre como se les conozca, es una relación entre dos personas; una relación social aplicada en una relación de trabajo; y esa multimencionada relación social es clave para que se pueda gestionar y operar una fructífera relación laboral.
En base a lo antes señalado, es justamente en esa relación entre estas dos personas, donde se aplica plenamente la responsabilidad social; dicho esto en forma de pregunta sería. ¿Qué tan responsable socialmente es el jefe con el personal a su cargo? ¿Lo considera como ser humano en toda su dimensión, ya sea como trabajador o como jefe de familia entre otros aspectos?
Es en esa relación cotidiana y de todo el día todos los días de la semana, donde se despliega en su máxima expresión la responsabilidad social; poco se reconoce o menciona en forma explícita que en cualquier centro de trabajo, ya sea en una oficina, en un taller, o en complejo industrial, quienes conviven son seres humanos, por lo tanto es un centro social con todo lo que con esto conlleva;
El trabajo no es ajeno al hombre, sino que es parte de su ser mismo, y por lo tanto es parte de su sociabilidad, por lo tanto otra pregunta sería: ¿Qué tan responsable somos de dicha sociabilidad mencionada?
El hecho de que no se mencione, esa sociabilidad existe y es fundamental en las relaciones laborales; por lo tanto la responsabilidad social es consustancial a ella, y me atrevo a decir que existen empresas de todos los tamaños y giros que sin saberlo, ponen en práctica una responsabilidad social entre todo la comunidad de la empresa, la cual es percibida en el ambiente de trabajo y se convierte en una cultura laboral que permea en el hacer diario de la organización.
Me atrevería a decir que todos en alguna forma hemos percibido ese ambiente positivo de trabajo, y mucho se debe a esa responsabilidad existente aunque sea de forma tácita pero efectiva. Por lo tanto es más que una relación laboral, es una relación social de producción, es decir, personas que laboran juntas para el desarrollo de algún bien o servicio.
Seguiremos platicando …
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