La persistente insistencia de la importancia y necesaria aplicación de la Responsabilidad Social, ha provocado que esté empezando a ser ya considerada como algo normal para las jóvenes generaciones.
Esto que puede sonar tal vez algo exagerado, lo señalo al rememorar lo que se veía y se encontraba de información sobre este tema hace una década; era relativamente poco que se encontraba de ella en los buscadores de internet.
El mencionarla inclusive en alguna conversación, parecía dar cierto aire de superioridad intelectual, como si fuera un tema para “Grandes Iniciados”, y algo muy etéreo o filosófico.
Y no se diga en las décadas de los setenta u ochenta del siglo pasado, me atrevo a decir en base a mi experiencia personal que era algo desconocido en términos generales.
Me topé con el término por primera vez allá por el año 2001, dentro del tema de relaciones laborales, enfocado en el papel que juega la empresa en relación con el sindicalismo, esto implicaba su manejo en un ámbito muy cerrado.
Ahora, a poco más de una década de aquel primer encuentro, ya se habla mucho más de ella, a la que se le suman además el gobierno corporativo y la sustentabilidad; y las bolsas de valores como la de Nueva York y de México por mencionar algunas, ya tienen su propio índice de sustentabilidad.
También en las universidades el tema ya se incluye en la curricula de las materias, por lo que los egresados de al menos los últimos tres años, seguramente en algún momento de su formación profesional se les habló o escucharon el término, con lo que deja de sonar como algo exótico para ellos, como lo fue para quienes venimos de épocas universitarias anteriores.
Esta persistente mención del término, empieza ya a formar conciencia en la sociedad, la cual ya la pide y en algunos casos la exige tanto a las empresas como a los gobiernos, y esto sucede en diversas formas, intensidades y frecuencias en todos los países.
Así las empresas empiezan a ser vistas con otra perspectiva, pidiéndoles ya rendir cuentas a la misma sociedad, y no siendo vistas como entidades ajenas a la misma sociedad; todo esto claro también difiere en función de cada país, pero la misma mayor comunicación a nivel mundial por medio de internet, permite saber que sucede en otros lugares, y con ello buscar una mayor uniformidad en esa misma rendición de cuentas y por consiguiente también una mayor responsabilidad social.
Creo que es válido decir que este movimiento de la Responsabilidad Social que ha venido creciendo de menos a más como una bola de nieve ya nadie lo podrá detener. Qué llegó para quedarse y por consiguiente está echando raíces cada vez más fuertes y profundas que se ven ya en normas como la ISO 26000 o legislaciones locales y nacionales.
Por lo tanto, no es difícil empezar a imaginar ya una empresa diferente en al menos la década de los veinte de este siglo XXI, empresa que ya ahora se está gestando y que nacerá plenamente para entonces, con dirigentes empresariales con una mentalidad y perspectiva muy diferente a la que todavía existe en la actualidad.
Seguiremos platicando ….
Empresa: Una Institución Social encargada del Desarrollo Humano, a través de la Inversión y el Trabajo
La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las
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