A propósito del “día del planeta” que se celebró el pasado cinco de junio, de alguna manera proliferó información sobre la necesidad de realizar acciones más concretas y consistentes en relación a la sustentabilidad, lo cual si bien es válido y cierto, considero que esto tiene que estar dentro de un gran marco de referencia que implica un cambio radical en la forma de operar de la sociedad en general y de las empresas en particular.
La cultura en la que nos encontramos inmersos, proviene prácticamente desde hace poco más de 250 años, cuando se presentó la Revolución Industrial, que marcó un paradigma en cuanto a la forma de obtener energía; pues bien, aunque ya no todo se realiza con la energía del vapor, se ha venido utilizando el mismo modelo para la obtención de la energía, de ahí el petróleo se ha convertido en la principal fuente energética, tal vez con la ilusoria idea de que nunca se acabaría, y que además sus efectos dañinos no llegarían a la magnitud en los que actualmente se encuentran.
Con esto en mente, en los pasados cien años se ha presentado un uso intensivo y extensivo de este recurso, siendo utilizado en un sinnúmero de aplicaciones que además de dañar la atmósfera, los ecosistemas están muy perjudicados con la gran cantidad de plásticos que son poco o nada biodegradables.
El resultado de todo lo anterior ahora lo estamos viendo, y lo más penoso y triste de todo esto, es que seguramente muchos políticos e industriales lo vieron venir hace más de cincuenta años y prácticamente no hicieron nada para detener y revertir el proceso que ahora está causando tanto daño al planeta.
Es una lastima que el ser humano que se afana de ser inteligente y lo más evolucionado que ha hecho la naturaleza, sea él mismo quien está destruyendo todos los ecosistemas y el planeta en general.
Sin temor a exagerar, es posible que este problema de sustentabilidad sea más grave que la crisis financiera con todas sus implicaciones y ramificaciones, ya que en este caso lo que está en juego es la vida misma del planeta y de todos los que nos encontramos en él.
Es ahora el momento de cambiar los modelos que han imperado en estos pasados dos siglos para la generación de energía; lo cual implica un cambio de paradigma total, generar una verdadera revolución energética que tenga en cuenta de manera plena y total LA SUSTENTABILIDAD (así con mayúsculas).
Esta palabra puede ser la que distinga a esta generación y: ¿Por qué no? La que marque a este siglo en todos los planos de la actividad humana.
Esta es la más grande e importante RESPONSABILIDAD SOCIAL, para gobiernos, empresas y sociedad en general.
Seguiremos platicando ….
Empresa: Una Institución Social encargada del Desarrollo Humano, a través de la Inversión y el Trabajo
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