Cuando comencé a pensar en el envejecimiento tanto en lo general como en el personal, creo que me sucedió lo que ha muchos: que lo vemos allá en un lejano horizonte, y por ello no le damos la debida importancia, a otros sí los alcanza pero a nosotros no, esto es fantasía, pero veamos lo que nos dicen a algunos datos para poder entender la información.
Tanto los muy adultos, que no viejos en el sentido
peyorativo de la palabra, como los ahora ya “cincuentones”, deben de tener muy
claro y tener conciencia de lo siguiente: Los mejores analistas de la ONU y
Davos, sitúan al envejecimiento como una de las tendencias más influyentes del
mundo actual.
Esto implica desde ya, tanto a los que pertenecen por lo
menos a las generaciones antes mencionadas, que estamos inmersos “AHORA”, en un
cambio demográfico que traerá como consecuencia una nueva vida para el ser
humano, y que depende de nosotros mismos, que el futuro de lo menos los
próximos diez años, lo vivamos con plenitud.
Concretamente, y para empezar unos términos que se estará
usando continuamente, estamos acostumbrados a escuchar, por un convencionalismo
establecido hace prácticamente cien años, que el ser humano vive en general
tres etapas: la niñez, la adultez y la vejez. Esto que nos suena muy normal
seguramente, se estableció a principios del siglo pasado porque empezó a crecer
la esperanza de vida mucho a como era antes, así por ejemplo en el siglo XIX
para no irnos más atrás, solamente se era niño, después adulto y ya. No había
viejos como lo que llamamos ahora porque el ser humano no llegaba a la vejez,
su esperanza de vida era cuando mucho cincuenta años, y no estoy exagerando.
Al comenzar prácticamente el pasado siglo XX, o sea, hace
cien años, empieza a aparecer, a concretarse la figura del viejo e inicia
seguramente a tenerse la idea de poder vivir más años. Esto es fácil verlo si
vamos a la Constitución de 1917, cuando ya, por primera vez en este país, se
establece una edad de jubilación, concepto que ya estaba entrando en otras
sociedades, principalmente de Europa.
Es aquí cuando aparece el “Viejo”, que al llegar a los 65
años de edad, deja de ser adulto para convertirse en un personaje en la
antesala de la muerte y por ello inicia la aparición de los conocidos como
achaques, que vienen siendo enfermedades o afecciones leves, que se padecen de
manera habitual como consecuencia de la edad.
Así, desde hace una centuria ya se ha catalogado o
clasificado, a esta etapa de la vida como la última en el sentido de que ya
esta se acabó, y tenemos por ello resignarnos a esperar la “hora del adiós”.
Estoy cierto que no estoy diciendo nada nuevo y que ya mucho
lo hemos escuchado, pero este paradigma imperante de manera persistente se está
modificando.
El “viejito”, en el sentido lastimero y resignado existirá
siempre, pero no será a la misma edad como ahora lo estamos viendo, como ya se
mencionó, hace cien años o más se llegaba cuando mucho a los 50 años; pero
volteando al futuro ya el horizonte se está alejando, estamos viviendo más
cantidad de años y con mayor calidad de ellos.
El pensionado está dejando de ser el que “va de salida”,
ahora ya empezará a tener esa llamada jubilación como es, un júbilo como está
con más años para seguir siendo productivos, sin importar el tipo de actividad
de que se trate.
Es por eso que uso este espacio para invitar a los ya
jubilados o que pronto lo serán, a que nos apoyemos a generar un grupo de
personas que quieren seguir estando activos, ya sea por querer tener un mayor
ingreso, para terminar o ¿por qué no? Iniciar ese proyecto que desde hace mucho
tiempo lo tenemos en el cajón.
La vejez no está determinada la edad, sino que es un mejor convencionalismo
que cada sociedad se lo autoimpone y puede cambiarse.
Así que por ello insisto, los invito a unirse a este grupo
para que sigamos trabajando, ya sea que alguien sepa de alguna organización que
contrate gente de cierto perfil, o bien que quiere gente con experiencia y que
esta sea de cierto tipo.
En suma, busquemos sacarle más jugo a la experiencia con la
que se cuenta, y si es posible seguir adquiriendo mayor conocimiento; esto es
lo que nos hace valer más como ser humano no importando la cantidad dinero que
se tenga.
Los invito a que me escriban quienes ya pensionados y nos
cuenten su experiencia de estar viviendo esta situación; y también a quienes
están en proceso de pensionarse y buscan un nuevo trabajo; darle uso y
aprovechar la experiencia.
Seguiré escribiendo para seguir platicando lo que nos dice
la ciencia y las experiencias que nos quieran compartir, siendo el único
requisito, el querer estar VIVIENDO y LABORANDO.
Dejemos en el pasado el paradigma del viejo. Pensemos que
gracias a la ciencia la juventud o adultez se está alargando.
Seguiremos platicando ….
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