A raíz de la severa crisis económica del pasado 2009, desde principios del presente año se han seguido prácticamente con lupa los resultados de las empresas tanto en México como en Estados Unidos y el resto del mundo, y es de llamar la atención que una gran cantidad de dichos resultados reportan utilidades superiores a los veinte o treintas por cientos, porcentajes considerables y que aún así son calificados como medianamente positivos.
A riesgo de sonar exagerado, es posible considerar que durante al menos las dos décadas previas a la reciente crisis, se fue gestando una mentalidad de buscar las máximas utilidades posibles, evaluando de bajas aquellas que no fueran mayores a los treintas por cientos. Esto significó que las empresas se hayan convertido únicamente en máquinas de hacer dinero.
Y esto no puede considerarse por sí mismo negativo, ya las primeras definiciones de empresa la consideraban una organización para generar utilidades para sus accionistas; baste recordar nuevamente lo dicho por Milton Friedman en la que señala que la empresa en esta forma cumple su responsabilidad social “La responsabilidad social de los negocios es el de incrementar las utilidades”.
Sin embargo, una de las tantas lecciones que ha dejado la crisis es que esa misma responsabilidad social de la que habla Friedman en muchas empresas no se cumplió, pero en otras, que han logrado importantes ganancias en los pasados trimestres, son aquellas que no han considerado al resto de la sociedad, como si estuvieran establecidas en otro mundo.
Así, bajo la máxima de alcanzar las mayores utilidades posibles, no se consideraron riesgos y se soslayaron principios éticos por ser calificados como poco o nada rentables; siendo la máxima utilidad el paradigma con lo que se han venido evaluando las empresas en el pasado reciente, sin evaluar sus implicaciones sociales.
Ante esto, y sin considerar a detalle los aspectos financieros como valor presente de una inversión y/o su costo de oportunidad, la pregunta es: ¿no existe un límite de algún tipo en la búsqueda de maximizar las utilidades? Tal vez es una pregunta ociosa que su única intención es definir reglas del juego que permitan tomar riesgos de una forma más sana tanto financiera como éticamente.
Por otro lado, en el pasado reciente, ante esta forma de búsqueda desmedida de maximizar utilidades, se acuñó el concepto de empresa social para distinguirlo de la tradicional empresa que busca solo las utilidades de forma individual; sin embargo no se toma en cuenta que también la llamada empresa social busca las máximas utilidades, pero considerando tanto a su nicho de mercado como a su entorno ecológico y social como parte de la misma empresa, y de esta manera evalúa el costo realizado para cumplir sus objetivos sociales.
Para concluir por ahora, es posible que ante lo visto hasta ahora y como otra más de las grandes lecciones de la crisis vivida, el mundo de los negocios se encuentre al borde de un gran cambio que tenga como una de sus normas un comportamiento más responsable en la búsqueda de maximizar las utilidades.
Seguiremos platicando …
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La Responsabilidad Social, la Sustentabilidad y la Etica, son los Valores básicos para las
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3 comentarios:
Hola, muy interesante el articulo, saludos desde Chile!
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Hola, muy interesante el articulo, saludos desde Chile!
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Interesante post, estoy de acuerdo contigo aunque no al 100%:)
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