Sindicalismo y Responsabilidad Social

Introducción
Si bien los sindicatos nacieron por las empresas, y viven en función de lo que sucede en ellas, ya sea el sindicato de una empresa en particular, o bien, en algún sector productivo; lo hacen pensando en función únicamente de lo que sucede dentro de ellas, pero no quieren o no pueden darse cuenta que tienen un impacto social, y que podría hacer algo más en función de ellos mismos.

Cualquier sindicato es una Organización Social, por la tanto la pregunta es: ¿Por qué no actuar y desempeñarse en función de la sociedad en general o un sector de la misma, pero no tener una actitud pasiva o reactiva en el mejor de los casos de lo que sucede solamente dentro de la empresa, pensando únicamente en el beneficio de de sus agremiados, y viviendo a costa de la propia empresa?

Antecedentes
La unión gremial de los trabajadores en lo que se le llama actualmente un sindicato, nació prácticamente cuando comenzó la Revolución Industrial en los siglos XVII y XVIII; y su origen fue básicamente con la intención de mejorar su situación salarial y en alguna forma las propias condiciones de trabajo en términos de seguridad e higiene.

Se puede decir que los sindicatos entonces nacen cuando surge la Empresa como la conocemos ahora; si bien antes existieron las uniones de trabajadores fue en función de los tipos de trabajo, los llamados gremios que vinieron a menos en los pasados 200 años.

Así entonces, los sindicatos surgen dentro de las empresas y su condición de vida es la propia empresa, es decir, existen mientras vive la empresa en donde se originó, y en alguna forma se deslindan o separan de la sociedad en general.

Esto desemboca en una dependencia absoluta de la Empresa, generándose una relación no solamente laboral sino social en el más amplio de los sentidos, una asociación en donde el Sindicato se comporta en términos metafóricos como una rémora, sujeta a lo que la Empresa esté dispuesta a conceder ya sea en términos salariales, de seguridad y condiciones de trabajo.

Por lo anterior, el paradigma imperante en los pasados 200 años ha sido la de generar una relación áspera entre la Empresa y el Sindicato, en donde el Sindicato busca mantener su fuente de trabajo con buenas condiciones de salario, y la Empresa por su parte, a escatimar los beneficios o mejoras para los trabajadores sindicalizados.

Luego entonces, la concepción de la Empresa se ha venido manejando desde la Revolución Industrial únicamente como un ente generador de riqueza económica para sus dueños o accionistas, y le paga a sus trabajadores en función de su actividad y por lo que vale su trabajo en términos de mercado.

La empresa es únicamente de sus accionistas, y se deslinda de la sociedad y de sus trabajadores, desde la perspectiva que no tiene nada que hacer en función de los demás.

Por su parte el Sindicato se encierra también en su posición de defensa de sus agremiados, sin considerar a la Sociedad, con la idea de que no tiene ninguna relación con la sociedad en conjunto.

Si bien las condiciones de trabajo y las relaciones laborales han mejorado sustancialmente en el transcurso del tiempo, las Empresa (accionistas) y sindicato todavía se encierran cada uno en sus esferas, defendiendo lo que ellos consideran que solamente es suyo, y el mismo sindicato en una posición de quitarle a la Empresa todo lo que sea posible.

La Responsabilidad Social
Esta panorámica presentada que persiste todavía en muchos lugares en diferentes grados, ha venido a modificarse radicalmente ante la perspectiva de la Responsabilidad Social, en donde la Empresa toma un papel de mayor amplitud, considerando que la riqueza generada se la debe a la Sociedad, y por lo tanto tiene una responsabilidad con ella.

Por su parte, el Sindicalismo ve con buenos ojos la Responsabilidad Social, ya que la Empresa con esta forma de gestión considera al trabajador de forma más completa, es decir, no solamente como mano de obra, sino como un ser humano en el amplio sentido de la palabra.

Si efectivamente como se muestra en diversas formas que las relaciones empresa-sindicato mejoran sustancialmente con el modelo de Responsabilidad Social, la perspectiva a mediano plazo es muy positiva para todos los involucrados.

Pero algo que no ha sido visto con claridad por los propios sindicalistas, es su papel como entidad social; es cierto que nacieron y han crecido bajo la sombra de la Empresa, y que ha sido vista dicha Empresa como su razón de ser, sin embargo no consideran que también le deben mucho a la Sociedad en general en términos de apoyo y de su propia existencia.

Aún desde la perspectiva de dependencia de la Empresa, no se han percatado que si esta sobrevive es gracias a la misma sociedad que adquiere los productos o servicios que elabora, pero no queda ahí, el mismo Sindicato puede hacer más para la propia Empresa y para la Sociedad en general, tener conciencia de su responsabilidad y no tener una actitud autista y buscar su beneficio a costa de los demás.

Son varias las acciones o actividades que el Sindicato puede hacer, ya sea con la Empresa o bien en forma independiente, buscando tener vida o existir por sí mismo, y convertirse en una organización proactiva en beneficio de la sociedad en general.

Viendo inicialmente la propia sobrevivencia económica del Sindicato sin tener que estar dependiente de la Empresa, puede ser conceptualizado como una cooperativa, ya que vive de la aportación económica de sus miembros, y con ese enfoque hacer lo posible por el bienestar de la Organización, a través de la mejora de los miembros.

Una cooperativa que tiene como finalidad la “producción de servicios” para la sociedad o alguna parte de ella, y de la que saldrán beneficiados tanto sus miembros como sus “clientes”. Servicios enfocados a que la sociedad está mejor preparada en términos educativos, y tenga a su alcance el mayor número posible de satisfactores de todo tipo; desde los básicos como casa y alimento, hasta diversiones o esparcimiento.

En términos de Responsabilidad Social, la Organización puede desarrollar capacitación de sus agremiados en función de las necesidades del mercado, pero no solamente para sus agremiados, sino una preparación abierta a la sociedad en general. Una capacitación inicial enfocada a dos puntos principales:
1.- Buscar la profesionalización de los dirigentes sindicales, prepararlos para ejercer las funciones directivas adecuadamente y no únicamente aprendiendo en forma empírica.
2.- Capacitar en términos de lo que se denomina Competencias Laborales, ya sea en forma directa o buscando el apoyo de Instituciones Educativas que cuentan con la infraestructura necesaria.

El buscar elevar el nivel educativo de la población trabajadora es ahora más que nunca un aspecto imperativo, considerando la llegada de la llamada Sociedad de la Información, pero no esperando que la Empresa haga algo, sino buscando adelantarse en lo posible ante los tipos de trabajadores que se necesitarán en el mediano y largo plazo.

Esto comentado puede inclusive derivarse en crear una bolsa de trabajo por especialidades en oficios (técnicos calificados), con gente preparada y con elevadas calificaciones de empleabilidad.

Buscar ser un consejero de la Empresa o, al menos trabajar en forma acorde a los objetivos de esta, desde los requerimientos en cuanto a la calificación de los trabajadores, hasta en términos de mejoras en sistemas y equipos de trabajo.

Convertirse en un aliado de la Empresa, en lugar de pensar en términos de “lucha de clases”. La empresa bajo el concepto de Responsabilidad Social, ya no pertenece únicamente a los inversionistas o propietarios, sino más bien a toda la sociedad en cuanto a sus requerimientos de materia prima, hasta las ventas, y pensando en términos de sustentabilidad, es decir, que se mantenga en el mercado.

Por otro lado, el Sindicato como representante de una parte del sector social (dentro del denominado tercer sector), puede buscar apoyo o beneficios económicos en forma directa, en los cuales el Estado o la Empresa no intervienen, o no lo hacen adecuadamente, esto puede ser en salud, vivienda y educación, por mencionar algunos.

Convertirse en gestor y/o promotor de otros actores sociales ante las Empresas o el Estado, no en términos de lucha, sino en términos de negociación o mediador buscando un bien común. En otras palabras, un ente social que participa en forma activa en situaciones que pueden afectar a uno o varios sectores sociales, incluyendo a las propias empresas; esto puede ser desde situaciones particulares, hasta apoyar legislaciones que incentiven la Responsabilidad Social.

En cuanto a las acciones que puede hacer con la Empresa, además de lo que se dijo antes de que se convierta en un aliado de la misma bajo el enfoque de Responsabilidad Social, puede también aportar ideas o soluciones para la producción de artículos a un costo accesible tanto para sus agremiados como para aquellos grupos sociales con bajo poder adquisitivo.

Buscar la forma de hacer más eficientes los procesos de producción, ya sea mediante los llamados “Círculos de Calidad”, o algún sistema de sugerencias negociado con la empresa, en donde existan incentivos tanto económicos como “retribuciones emocionales”, y que vayan formando parte del expediente del trabajador sindicalizado.

Conclusiones
Así como las empresas en términos generales tienen una mala imagen por buscar únicamente su ganancia económica, de igual forma los Sindicatos son vistos como entidades que buscan su permanencia a costa de los demás (al menos en mi país, esto es así en la realidad desafortunadamente).

Esta percepción si está siendo cambiada en las Empresas bajo el enfoque de la Responsabilidad Social, el Sindicalismo también debe modificarse puesto que en términos de responsabilidad, puede decirse que es al menos igualmente responsable socialmente que una Empresa que busca un beneficio monetario.

Luego entonces, en la medida en que se convierta en un actor activo y/o proactivo ya sea tanto para sus propios agremiados como para la sociedad en general, estará cumpliendo en una forma más amplia su razón de ser.

En pocas palabras, moverse de manera más independiente y tener una actitud proactiva en beneficio de la empresa, de sus agremiados y de la sociedad en general.

Las ideologías extremas que se vivieron en el siglo pasado ya no funcionan en forma tan tajante, ahora es una mezcla, y los sindicatos los considero dentro del esquema de la “Tercera Vía”, y pienso que tienen mucho que pueden aportar con una actitud más de apoyo y desarrollo social, que seguir buscando la “lucha de clases”.

La Empresa: Ambiente de trabajo vs utilidades

Sin duda el concepto de Capital Humano (así con mayúsculas), está cada vez posicionándose mejor en el ambiente dentro de las empresas, y eso es bueno, lo malo es que se tome como una moda, o simplemente como una etiqueta sin comprender realmente todo su significado y profundidad.

De todos o al menos de muchos, es conocido el experimento de Elton Mayo que buscando incrementar la productividad en base a la ingeniería de Taylor, descubrió que los elementos que realmente la mejoraron fueron la actitud y el comportamiento humano de los participantes en dicho experimento, quienes se percataron de que eran atendidos en forma cercana. Dando paso con ello a considerar lo que en ese entonces, a principios del siglo pasado, se comenzó a llamar Recursos Humanos, un área especializada dentro de la empresa enfocada únicamente en la atención del personal.

Pero esto mencionado no era nuevo; en la pasada década de los noventa, en Harvard hicieron un estudio buscando las razones que permitieron el que siguieran existiendo empresas con mucha antigüedad, considerando que social, económica y tecnológicamente han sucedido muchísimas cosas.

Una de las empresas que se consideraron para el estudio fue Du.pont, la que hace pinturas; pues bien, esta se dedicaba a la minería en el siglo XIX, y ante los cambios del mercado se transformó a ser la organización que conocemos ahora; pero la razón principal para su sobrevivencia en tantos años, como en otras, fue la atención que prestaron a su personal.

En al menos en algún momento, sacrificaron aspectos económicos para atender mejor a su personal, considerando que era el recurso básico para el desarrollo y crecimiento de la empresa a través de los años.

No fue altruismo, fue un factor clave para poder permanecer en el mercado, o bien incursionar en otros hasta entonces desconocidos.

Todo lo anterior lo menciono por la información que se dio a conocer la última semana de marzo, en donde empresas como FedEx, Starbucks y British American Tobacco, por mencionar solamente las tres primeras, fueron reconocidas por el Instituto Great Place to Work México, como las que más consideran al Capital Humano como su mayor activo.

El reconocimiento fue logrado por medio de entrevistas y encuestas a los empleados y trabajadores de las mismas, en donde se evaluó la credibilidad, respeto, imparcialidad, orgullo y compañerismo que existe en el ambiente de trabajo.

El dirigente de dicho organismo dijo que: “el aplicar una cultura laboral que busca la mejora del ambiente de trabajo, es uno de los elementos que favorecen el incremento de las utilidades”.

Se “escucha raro” el conjuntar en una sola oración ambiente de trabajo y utilidades, conceptos que desafortunadamente en muchos casos se usan como antagónicos o en el mejor de los casos indiferentes entre sí, pero estos ejemplos actuales más lo que nos señalan las historias antes relatadas, muestran claramente que la atención al personal es algo esencial.

Aquí es a donde finalmente quiero llamar su atención en cuanto a lo que viene siendo finalmente una empresa; un lugar donde hay un buen ambiente de trabajo para quienes laboran ella y que además genera utilidades para sus dueños o accionistas.

Desafortunadamente, la búsqueda de utilidades siempre ha sido la máxima a costa o por encima de los empleados en muchas de las empresas en todo el mundo, siendo este el elemento principal que diera origen a las uniones de trabajadores o sindicatos, como un instrumento de defensa ante los todavía llamados patrones en México.

Es lamentable que en pleno siglo XXI todavía se estén discutiendo estos aspectos con todas sus repercusiones sociales y económicas en todo el planeta; que no se haya reconocido a la empresa como una entidad con múltiples funciones que finalmente tiene la capacidad de beneficiar a todos y no solamente a unos cuantos.

Pero de ello seguiremos platicando.