¿Qué mayor ironía vivimos los habitantes de este planeta y
particularmente de este país (México)? Andamos buscando como seres humanos el “paraíso
perdido” llamado así religiosamente, cuando tenemos en este planeta todos los insumos
o recursos necesarios para que toda la humanidad pueda llevar al menos una vida
cómoda, económicamente hablando.
Y en este país (México), creo que la situación es peor
desafortunadamente, nombrado alguna vez como el “cuerno de la abundancia” por su
forma y todos sus recursos naturales, el nivel de bienestar y/o de riqueza no
mejora y las expectativas para al menos el mediano plazo o lo que resta
sexenio, no se perciben como muy positivas.
Tanto en el plano internacional como en el local, se argumentan
un sinfín de razones para justificar la situación actual, pero concretamente
“no pasa nada”.
Si viniera algún extraterrestre y viera en las condiciones
en que nos encontramos, tanto social como económicamente, es muy probable que
se sorprendería que a pesar de los avances en la ciencia y en la tecnología
logrados en al menos los pasados cien años, las desigualdades sociales, que
incluyen las económicas, crecen paulatina y constantemente; como una sombra que
no hace ruido y se mueve de manera imperceptible.
Unas cifras para justificar lo antes dicho: Según Oxfam (confederación
internacional formada por 17 organizaciones no gubernamentales nacionales que
realizan labores humanitarias en 90 países); para el 2019, señala que 42
personas tenían tanto dinero como la mitad más pobre del mundo.
Una advertencia importante a los datos anteriores, es que la
gente de la lista con menos dinero no necesariamente es pobre en absoluto:
podrían ser profesionales altamente calificados con grandes cantidades de deuda
estudiantil, por ejemplo, o personas con altos ingresos, pero con hipotecas
enormes.
Considerando estos “considerandos”, no deja de ser
impresionante la enorme desigualdad en el nivel de vida la población de este
planeta.
Es patético que, a pesar de los grandes avances
tecnológicos, de haber logrado importantes avances en la producción de
alimentos, todavía haya gente que muere de hambre todos los días, tanto en la
zona metropolitana de Monterrey, en México o en África, es una situación diaria
y universal.
Si yo fuera el visitante del espacio antes mencionado, digo
que es una verdadera ironía que tengamos todo para estar mejor, la desigualdad
se mantiene como un paradigma, para seguir con la división racial, social y
económica.
En con este entorno con el que nos topamos quienes hablamos
de la responsabilidad social, que no queremos que sea vista como una utopía o
un bello sueño que nunca podrá ser.
Las generaciones mayores que vamos ya de salida, pero más
todavía las que ahora son ya adultas como los millenials, tienen la gran
responsabilidad social para ellos y sus hijos; de lo contrario, cualquier virus
o insecto tiene más derecho a vivir en relación a un “ser que tiene
conciencia”.
Seguiremos platicando ….